Bulgaria. Las autoridades vuelven a acosar al grupo mediático independiente Economedia
Reporteros sin Fronteras (RSF) pide a las autoridades búlgaras que dejen de acosar a Ivo Prokopiev, propietario del grupo Economedia, que edita el semanario financiero líder, Capital. Según ha anunciado la Fiscalía, el empresario será procesado por cargos de lavado de dinero.
Un año después de que las autoridades congelaran los activos y cuentas bancarias de Prokopiev con el objetivo aparente de silenciar a sus medios de comunicación –entre los que se cuenta el diario digital Dnevnik-, los fiscales anunciaron el 26 de octubre que pretendían procesarlo en relación con la venta de una de sus empresas a un grupo alemán.
Prokopiev insiste en que las acusaciones son infundadas y que se trata de un nuevo intento de silenciar a los medios independientes del país. Afirma que sospecha de una represalia por un reciente reportaje de Capital que hablaba de una aparente malversación de propiedad estatal por parte de un empresario cercano al gobierno.
En un intento de esclarecer el hostigamiento judicial de su grupo mediático y otros medios de comunicación independientes, como el diario Sega y el digital ClubZ, Prokopiev pide que se informe a los observadores internacionales sobre las investigaciones judiciales, un procedimiento excepcional que podría llevar a una mayor transparencia sobre las causas y motivos.
Prokopiev también remitió la incautación de sus bienes al Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo.
"Cualquier medio de comunicación opositor que se atreva a criticar a los oligarcas gubernamentales o progubernamentales está expuesto a un ataque", denuncia Pauline Adès-Mével, jefa de la oficina de RSF para la Unión Europea y los Balcanes.
“A veces, los oligarcas usan tabloides, diarios digitales y canales de televisión para difamar a los medios de la oposición. Otras veces, las autoridades recurren al acoso judicial para reprimir las voces de los medios de comunicación independientes. Hay que detener de inmediato los constantes controles, ataques y confiscaciones, diseñados para evitar que estos medios operen".
Cuando Bulgaria se unió a la Unión Europea, en 2007, se colocó bajo el Mecanismo de Cooperación y Verificación (MCV), que se supone que la Comisión Europea utilizará para hacer seguimiento del ritmo de las reformas judiciales de un país recién admitido y los esfuerzos para combatir la corrupción.
En espera del próximo informe de la Comisión sobre el Estado de derecho en Bulgaria, que debe presentarse el 13 de noviembre, RSF insta a la Comisión Europea a que extienda el seguimiento del MCV e incluya, con especial atención, la supervisión de las investigaciones contra medios independientes.
Desde 2009 hasta 2013, los medios impresos de Economedia publicaron reportajes de investigación sobre el banco búlgaro CCB, lo que desencadenó una serie de acciones hostiles contra el grupo y sus cabeceras.
Inmediatamente después de que el primer reportaje de investigación se publicara, en 2009, los medios del oligarca Delyan Peevski lanzaron una importante campaña de desprestigio contra las publicaciones de Prokopiev y Economedia. Esta campaña nunca se ha detenido y sigue utilizando las mismas acusaciones falsas, a pesar de que Prokopiev ha ganado muchas querellas por difamación contra las publicaciones de Peevski.
Cuando se unió a la Unión Europea, hace 11 años, Bulgaria ocupaba el puesto 36 en la Clasificación Mundial de Libertad de Prensa de Reporteros sin Fronteras, pero su posición ha caído sin cesar desde entonces, igual que la situación de la libertad de prensa, y ahora ocupa el puesto 111 de los 180 países de la tabla, el lugar más bajo de todos los Estados miembros de la UE.