Tras el golpe de Estado del 30 de agosto de 2023 que derrocó a Ali Bongo Ondimba el día de su reelección, y a pesar de la voluntad expresada por el general golpista Brice Oligui Nguema de ayudar "a la prensa a hacer su trabajo", la instauración de una prensa libre e independiente sigue siendo un proyecto inacabado en Gabón, fundamentalmente a causa de las férreas sanciones impuestas por el organismo regulador.
Panorama mediático
El retorno del multipartidismo, en 1990, impulsó la creación de numerosos medios. La prensa escrita cuenta, desde entonces, con cerca de sesenta publicaciones. L’Union, el único diario nacional, es el periódico más emblemático. Echos du nord, La Loupe, L’Aube y Le Temps son los semanales más leídos. La prensa digital está en pleno crecimiento y los sitios más consultados son Gabonreview, Gabon Media Time, y Gabonactu. Las cadenas estatales como Gabon Première y Gabon 24 siguen siendo muy influyentes, a pesar de la competencia con varias cadenas privadas. Las elecciones presidenciales de agosto de 2023, justo antes del golpe de Estado, se celebraron con la total ausencia de medios extranjeros: se les denegó la acreditación a todos ellos. También se interrumpieron las emisiones de los medios franceses France 24, RFI y TV5 Monde.
Contexto político
La cultura de la prensa libre e independiente tiene dificultades para establecerse, también en Internet. El sector audiovisual está dominado por los medios estatales. Los periodistas independientes se ven excluidos de los actos oficiales y las suspensiones abusivas de medios se han multiplicado en los últimos años. Esta política represiva le ha valido el sobrenombre de "hacha" a la Alta Autoridad de la Comunicación (HAC), un organismo regulador de los medios que carece de toda independencia. Una nueva ley aprobada el 3 de julio de 2023 reintrodujo el antiguo método de designación de los cargos que lo conforman, lo que hace temer que el organismo sea aún más servil: el gobierno nombra ahora a sus nueve miembros, y los periodistas, que antes podían designar a dos, se ven relegados al papel de meros espectadores.
Marco legal
La libertad de expresión está recogida en la Constitución gabonesa, y el Código de la Comunicación de 2016 ha permitido un importante avance, al suprimir las penas privativas de libertad para los delitos de prensa. A pesar de estas normas, todavía se cita a comisaría a los periodistas acogiéndose al Código Penal. El artículo 55 de la ley orgánica que rige la HAC se utiliza de forma abusiva y permite a su presidente la posibilidad de sancionar a un medio sin reunir a los nueve miembros del organismo. Por otro lado, la enmienda a la ley que modifica el método de nombramiento se adoptó con total opacidad.
Contexto económico
Si bien, desde 2020, las ayudas a la prensa se reparten de forma más equitativa, los periodistas siguen padeciendo grandes dificultades económicas. La crisis de materias primas de 2014 y la crisis sanitaria del Covid-19 han provocado la quiebra de numerosos medios. El mercado publicitario también se ha encogido y los anunciantes evitan las publicaciones, emisoras y cadenas críticas.
Seguridad
Los periodistas gaboneses siguen siendo objeto de intimidaciones, especialmente a través de citaciones de los servicios de seguridad, si bin las detenciones arbitrarias no son habituales. El acceso a las fuentes de información suele ser difícil.