El periodismo de investigación tradicional ha vuelto a despertar interés del público, en el contexto de la crisis sanitaria y de los temas relacionados con la salud.
Panorama mediático
Aunque Dinamarca tiene solo 5,8 millones de habitantes, cuenta con nada menos que ocho periódicos (Politiken, Berlingske, Morgenavisen Jyllands Posten, etc.), cinco emisoras de radio y dos canales de televisión nacionales, así como ocho cadenas regionales. Los medios exclusivamente digitales también han experimentado un auge en estos últimos años. En general, aunque los daneses desconfían de las redes sociales y la prensa local, son muy leales a los medios nacionales. Esto es especialmente cierto en lo que respecta a los medios públicos (Denmarks Radio, TV2), muy seguidos por los más jóvenes durante la crisis sanitaria.
Contexto político
En general, los políticos y las instituciones públicas respetan la libertad de prensa, si bien ésta se ha visto sacudida por un asunto de gran relevancia, a finales de 2021: los servicios de información de la policía y la defensa se lanzaron a intimidar a los periodistas y a amenazar la protección de sus fuentes, invocando cláusulas relativas a la alta traición, nunca aplicadas en tiempos de paz. Sin aportar ninguna información específica, ni sustentar los motivos de su decisión, ambas agencias advirtieron a los medios contra la publicación de información clasificada relativa a la seguridad nacional, so pena de afrontar penas de prisión.
Marco legal
El marco legislativo relativo a la protección de la libertad de prensa y de los periodistas ha cambiado poco y sigue apoyándose sobre una base sólida. La ley sobre libertad de información, aprobada en 2014, es, sin embargo, objeto de críticas por parte de los propios medios, que la consideran un obstáculo al derecho a informar, ya que permite a las instituciones ser más restrictivas en la retención de información de interés público.
Contexto económico
El sistema de subvenciones aporta el grueso de su financiación a los entes públicos de radiodifusión, y el resto se asigna a los medios privados. Los importes son distribuidos por las instituciones públicas de acuerdo a un principio de independencia. Los grupos de radio y televisión están sujetos al organismo regulador de medios que, aunque designado por el gobierno, representa los diferentes puntos de vista de un panel de expertos. Como en otras partes del mundo, los gigantes tecnológicos como Google y Facebook absorben gran parte del mercado publicitario, en detrimento del modelo comercial de los medios privados daneses.
Contexto sociocultural
En general, los periodistas disfrutan de un alto nivel de aceptación en la sociedad danesa. Sin embargo, el debate público -en ocasiones agitado- sobre la inmigración ha generado cierto escepticismo hacia la prensa, ocasionalmente transformado en hostilidad, en determinados barrios de las grandes ciudades.
Seguridad
Las revelaciones sobre la existencia de sexismo en los medios daneses han desatado acaloradas polémicas y han conmocionado tanto a los responsables de los medios, como al público. Un documental sobre cómo estas prácticas estaban ocurriendo en el canal TV2 llevó a los medios a tomar medidas para proteger mejor a las mujeres periodistas. En general, los periodistas daneses trabajan libremente y no son objeto de amenazas significativas.