Un periodista, herido de bala en una manifestación, se encuentra entre la vida y la muerte

Reporteros sin Fronteras está alarmada por la suerte de Wilman Caychigua Robles, colaborador de la emisora Radio Inca Tropical y del diario El Chasqui, que el 5 de diciembre de 2006 resultó gravemente herido de bala en una manifestación en Abancay (Sudeste), y actualmente se encuentra entre la vida y la muerte en un hospital de Cuzco. “Pedimos que una investigación establezca rápidamente las responsabilidades en este drama, y en particular las de la policía que abrió fuego sobre los manifestantes. Sin querer minimizar la violencia de los hechos, estamos indignados con las declaraciones de la Ministra del Interior, Pilar Mazzetti, quién ha justificado que las fuerzas del orden utilizaran balas reales. Esperamos que el gobierno dé explicaciones, y que Wilman Caychigua Robles se restablezca rápidamente”, ha declarado Reporteros sin Fronteras. Los días 4 y 5 de diciembre de 2006 veinte mil manifestantes desfilaron reclamando la dimisión de Rosa Suárez, presidenta del gobierno regional de Apurimac. El 5 de diciembre, el movimiento se convirtió en un enfrentamiento abierto con las fuerzas del orden cuando algunos de los que protestaban intentaron tomar por asalto la sede del gobierno. Wilman Caychigua Robles cubría los acontecimientos cuando una bala perdida, presumiblemente disparada por un policía, le atravesó el cráneo saliéndole por la boca. Víctima de traumatismo cráneo facial y gravemente herido en el cuello, el periodista fue trasladado a un hospital de Cuzco. Su esposa, Pilar Castro, ha dicho a la agencia PressPerú que el pronóstico vital es reservado y que los médicos están evaluando la posibilidad de trasladar al periodista a Lima, o a Arequipa. En el enfrentamiento resultaron heridos dos de sus colegas: Rubén Melgarejo Aguilar, de la emisora Radio Laser, que recibió una pedrada en la cabeza, aunque sus heridas son leves; y Eloy Martínez, del canal de televisión Canal 13, herido en la pierna derecha por el impacto de una bomba lacrimógena. En los enfrentamientos resultaron heridas más de cincuenta personas y un estudiante, alcanzado también por una bala, falleció a consecuencia de la herida, según informaciones facilitadas por el Ministerio del Interior. Sin embargo, la ministra Pilar Mazzetti justificó públicamente el hecho que las fuerzas del orden utilizaran armas de fuego.