Reporteros sin Fronteras está horrorizada por el asesinato de Roberto Marcos García, subdirector del semanario regional Testimonio, ocurrido el 21 de noviembre de 2006 en el Estado de Veracruz (Este). Su muerte eleva a siete el número de periodistas muertos en México en 2006, y sitúa al país entre los más letales para la prensa, después de Irak.
Reporteros sin Fronteras manifiesta su horror por el asesinato, el 21 de noviembre de 2006, en el Estado de Veracruz (Este), de Roberto Marcos García, subdirector del semanario Testimonio. Es el tercer periodista asesinado en noviembre y el séptimo desde enero, y su muerte sitúa a México justo detrás de Irak en el ranking de países más mortíferos para la prensa en 2006.
“El mandato del presidente Vicente Fox termina con el sombrío balance de veinte periodistas asesinados, sin que en ningún momento se haya molestado a ninguno de los autores intelectuales de estos crímenes. Cuando el 1 de diciembre se dispone a investir a un nuevo presidente, México, convertido en 2005 en el país más letal para prensa de todo el continente americano, ahora se clasifica en el segundo puesto mundial, detrás de Irak. ¿Cuándo se parará esta hecatombe? La situación exige una movilización, tanto del poder político como de las autoridades judiciales y policiales, y de los medios de comunicación nacionales. Hay que dotar de medios suplementarios a la Fiscalía Federal especial, encargada de reprimir los ataques a la prensa. También los medios de comunicación nacionales y las asociaciones profesionales tienen que tener un peso en el seguimiento de las investigaciones, y de la lucha contra la corrupción”, ha declarado Reporteros sin Fronteras.
Especialista en cuestiones políticas y sucesos, subdirector del semanario regional Testimonio y corresponsal de la revista Alarma, Roberto Marcos García fue asesinado el 21 de noviembre, cuando regresaba de una entrevista en el Grupo Marítimo, Fluvial y Lacustre del Secretariado de Seguridad Pública en Mandinga, en el Estado de Veracruz. En la carretera que separa la ciudad de Veracruz de la de Alvarado, un vehículo de tipo PT Cruiser con matrícula del Distrito Federal (D.F), volcó su motocicleta. El, o los asesinos, atropellaron el cuerpo del periodista, tendido en la calzada, antes de dispararle al menos seis balas de calibre 9 mm. La prensa local habla de doce impactos.
Según las informaciones proporcionadas por la justicia local a Reporteros sin Fronteras, el vehículo de los asesinos, que apareció abandonado a pocos kilómetros del lugar de los hechos, había sido robado en la capital el pasado 31 de mayo.
Divina García, la hija del periodista, ha dicho a la organización que su padre recibió una llamada anónima la misma mañana del asesinato. También ha subrayado que recientemente le habían amenazado. Sin embargo, no había pedido protección.
El asesinato de Roberto Marcos García recuerda mucho, en su modus operandi, al de su colega Raúl Gibb Guerrero, director del diario regional La Opinión, al que mataron el 8 de abril de 2005 en una carretera del Estado de Veracruz.