“RSF ayuda a las voces libres e independientes a resistir, tanto en su país de origen como en el exilio”
Cada año, con ocasión de Día Mundial del Refugiado, que se celebra el 20 de junio, Reporteros sin Fronteras (RSF) publica un balance de sus actividades de asistencia. En 2016 y 2017 nuestra ONG ha seguido ofreciendo apoyo a los periodistas y medios de comunicación dispuestos a seguir cumpliendo su misión contra viento y marea, a pesar de las graves amenazas que suelen enfrentar.
Año con año Reporteros sin Fronteras trabaja apoyando a los periodistas que continúan realizando su labor a pesar de los riesgos y de un clima nocivo para la prensa, como lo muestra la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2017 de Reporteros sin Fronteras (RSF).
Así, nuestra organización apoya a los periodistas que debido a su trabajo informativo enfrentan procesos judiciales arbitrarios –ayudándoles a pagar sus gastos legales (por concepto de abogados)– y a los que fueron víctimas de agresiones –ayudándoles a pagar los gastos médicos–. Asimismo, RSF apoya a sus familias, víctimas colaterales de las acciones de aquellos que se oponen a que exista una información libre.
Cerca de la mitad de las bolsas de asistencia otorgadas en 2016 se destinó a apoyar a los periodistas que tuvieron que ponerse a salvo o instalarse en otro lugar por cuestiones de seguridad. Frente a la magnitud de las amenazas, muchos periodistas no tienen otra opción que dejar su casa para irse a otra ciudad, región, incluso a otro país. RSF los ayuda a instalarse en un lugar seguro y a satisfacer sus necesidades básicas a su llegada.
Si bien algunos periodistas pueden regresar y retomar sus actividades tras varias semanas o al cabo de algunos meses, en ocasiones la gravedad del riesgo hace que para otros sea imposible regresar rápidamente. Cada año decenas de periodistas se encuentran en este caso, a menudo después de haber padecido persecuciones durante años.
En 2016 RSF dedicó principalmente sus recursos económicos a apoyar a aquellos que siguen realizando su trabajo informativo a pesar de las presiones. Dos tercios de los fondos de RSF se destinaron a apoyar las actividades de medios de comunicación o de organizaciones independientes.
“RSF se esfuerza para ayudar a los periodistas y a los medios de comunicación para que sigan haciendo escuchar su voz, libre e independiente, tanto en sus países de origen como en el exilio”, afirmó Martial Tourneur, responsable del Despacho de Asistencia.
RSF apoyó particularmente a dos de sus colaboradores históricos: Periodista en Peligro (JED por sus siglas en francés) y el Observatorio de Libertades Periodísticas (JFO por sus siglas en inglés). Ambas organizaciones, infatigables centinelas, velan a favor de la libertad de información y de los periodistas en la República Democrática del Congo (RDC) y en Irak, respectivamente, dos de los países más violentos para la prensa, que se ubican en los lugares 154 y 158 en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2017 de RSF. Nuestra organización también apoyó a algunos medios de comunicación que se encuentran en el exilio, en los que se ha reavivado la llama del periodismo. Parte de ellos provienen de Siria, donde la inseguridad ha vuelto la situación muy difícil (leer más abajo).
Una lucha sin fronteras
A 10.000 kilómetros de distancia, JED y el JFO establecieron una misión común. Ambas organizaciones, colaboradoras históricas de RSF creadas en 1998 y en 2004, respectivamente, se esfuerzan por documentar los ataques a periodistas y por apoyarlos en la RDC y en Irak. Estos dos países atraviesan un periodo de incertidumbre política en el que se ha exacerbado la violencia, lo que vuelve la labor de estas organizaciones más necesaria que nunca.
En 2016 RSF les ofreció apoyo financiero para que pudieran continuar con sus actividades de vigilancia y defensa de la libertad de información y de los periodistas. Así, JED pudo realizar varias misiones para ponerse en contacto con periodistas que trabajan en provincia.
Testimonio de Tshivis Tshivuadi, Secretario General de Periodista en Peligro (Journaliste en danger, JED), organización de la República Democrática del Congo, colaboradora histórica de RSF.
“El apoyo de RSF nos permite continuar ejerciendo un rol informativo y de denuncia”.
“En 2016 JED pudo organizar misiones en provincia para consolidar su conocimiento de la situación de la prensa en la región. En julio pasado también pudo organizar una mesa redonda titulada: ‘Medios de comunicación, poder y sociedad civil’. Este encuentro, en el que participaron periodistas, expertos de los medios de comunicación y representantes de asociaciones, permitió establecer las bases de un mecanismo de alerta para la protección de periodistas y prevención de riesgos.
Los periodistas congoleses padecen los ataques de quienes detentan el poder político, que no aceptan la crítica ni la denuncia. Por ello, es crucial que una organización como JED –que también sufre presiones de estos políticos– continúe ejerciendo su rol informativo y de denuncia, que siga interpelando a los dirigentes políticos respecto a sus obligaciones. Además, JED se esfuerza para propiciar que exista un diálogo entre la comunidad de periodistas y las autoridades; esto es vital para garantizar un mayor respeto del trabajo de la prensa y mejorar la situación de los periodistas.
El 3 de mayo de 2017, Día Mundial de la Libertad de Prensa, informamos que habíamos registrado 69 casos de agresiones, mientras que en 2016 esta cifra fue de 41. Esto representa un aumento de casi 70%, que muestra claramente el contexto de crisis política y de seguridad”.
Testimonio de Bashar Mandalawi, representante en Estados Unidos del Observatorio de Libertades Periodísticas (Journalistic Freedoms Observatory, JFO), organización colaboradora de RSF con sede en Irak.
“Nuestra independencia económica frente al poder es garantía de nuestra libertad y de nuestra eficacia”.
“Los actos de violencia contra la prensa iraquí son casi cotidianos. El número de agresores potenciales de la prensa se incrementa conforme aumenta el clima de inseguridad. Los periodistas reciben ataques de todas partes: de representantes de grupos extremistas como el Estado Islámico, de milicias cercanas al poder, de miembros del ejército, de las fuerzas de seguridad, de partidos políticos.
En este contexto político, es evidente que el JFO no puede aceptar el apoyo de organizaciones gubernamentales o de partidos políticos iraquíes. Nuestra independencia económica es garantía de nuestra libertad y de nuestra eficacia. El apoyo de RSF permitió que el JFO siguiera realizando su trabajo en 2016. Continuamos trabajando activamente para que nuestra organización sea autosustentable económicamente gracias al apoyo de nuestros miembros.
Es importante que las ONG, JFO en primer lugar, sigan dirigiéndose a las autoridades para recordarles sus responsabilidades y pedirles cuentas. El auge de los extremismos y de las milicias afecta al gremio periodístico y ha puesto en dificultades a las instancias gubernamentales. Sin embargo, las autoridades tienen obligaciones, así como un papel clave para que se respete la libertad de prensa y, de manera más general, todas las libertades fundamentales”.
Además de apoyar a JFO y JED, que en su país de origen persiguen los mismos objetivos que RSF, nuestra ONG también apoyó a medios de comunicación que encarnan la lucha por una información libre e independiente pero que se encuentran fuera de su país debido a la magnitud del peligro. Es el caso de numerosos medios de comunicación sirios.
Los periodistas sirios, entre la búsqueda de seguridad y la sed de informar
La gran represión que sufrió la prensa en Siria tras la revuelta popular registrada en 2011 precipitó la partida de cientos de periodistas. Seis años de experiencia en el exilio han permitido que los medios de comunicación sirios –creados a menudo por periodistas-ciudadanos– se profesionalicen. La retórica revolucionaria de los primeros tiempos quedó atrás, dejando lugar a una mayor objetividad e imparcialidad. El estancamiento del conflicto y su prolongación les imponen ahora grandes desafíos, uno de ellos es el aspecto financiero. Los medios de comunicación sirios, que recibieron un amplio apoyo institucional, enfrentan hoy en día grandes dificultades para garantizar la continuidad de sus actividades.
En 2016 y 2017 RSF ha seguido acompañado a los medios de comunicación sirios que han nacido en el exilio en los últimos años. Nuestra organización apoyó a cinco publicaciones sirias; el monto global de esta ayuda asciende a cerca de 40.000 euros.
Entre los beneficiarios se encontraba Saiedat Souria, publicación mensual creada en 2013 que se distribuye en Siria y en la frontera turca. En ella se abordan principalmente temas relacionados con la situación de las mujeres sirias, con el fin de hacer que se respeten sus derechos, que éstas puedan expresarse y contribuir a su emancipación.
Con este apoyo, Reporteros sin Fronteras buscaba ayudar a estas publicaciones a enfrentar la falta temporal de financiamiento.
Otros proyectos de apoyo de RSF ayudaron a medios de comunicación a adquirir el material que necesitaban para continuar su trabajo o desarrollar sus actividades.
El año pasado RSF también otorgó 30 bolsas de asistencia individuales a periodistas sirios, la mayoría de ellos exiliados. Con éstas buscaba ayudarles a ponerse a salvo y a satisfacer sus necesidades básicas en el exilio. Así, en febrero de 2016 una bolsa de 1.500 euros permitió a un periodista que acababa de establecerse en Gaziantep, en el sur de Turquía, alejarse de la frontera siria, pues milicianos islamistas le habían enviado mensajes de amenazas. El apoyo económico de RSF también permitió a algunos periodistas que habían obtenido visados de las autoridades francesas, dejar el país donde se habían refugiado primero, para poder ir a Francia.
En 2016 Reporteros sin Fronteras otorgó más de 130 bolsas de asistencia a: individuos, medios de comunicación y organizaciones, por un monto global superior a 330.000 euros.
- 131 bolsas de asistencia
- Más de 330.000 euros invertidos
- 47% de las bolsas se destinó a que los periodistas amenazados se pusieran a salvo
- 67% de los fondos se destinó a apoyar las actividades de medios de comunicación y de organizaciones independientes
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