Reporteros sin Fronteras está indignada por el asesinato, en la mañana del 13 de noviembre de 2008, del periodista de El Diario Armando Rodríguez, abatido fríamente delante de su domicilio. “Nos parece satisfactoria la decisión de las autoridades federales de hacerse cargo del caso, a través de la Procuraduría General de la República. Esperamos que la investigación consiga identificar rápidamente a los autores, y a los autores intelectuales del asesinato, y probar así que el gobierno está decidido a luchar eficazmente contra la impunidad que desgraciadamente prevalece con demasiada frecuencia en México”, ha declarado Reporteros sin Fronteras.
Reporteros sin Fronteras está indignada por el asesinato, en la mañana del 13 de noviembre de 2008, de Armando Rodríguez, periodista de El Diario, el mayor periódico privado de Ciudad Juárez (Chihuahua, Norte). Abatido fríamente delante de su domicilio, Armando Rodríguez es otra víctima más de la sangrienta guerra que tienen en marcha los principales carteles de la droga del país, de la que Ciudad Juárez es el epicentro, y que desde el comienzo del año ha causado ya más de 1.300 víctimas.
“En primer lugar queremos manifestar nuestra solidaridad con el dolor de la familia de Armando Rodríguez, víctima de un crimen odioso que hunde un poco más a México en el terror de la guerra de los carteles. Especializado en asuntos criminales desde hace catorce años, el periodista estaba en primera línea del bárbaro conflicto que hace que el país sea uno de los peligrosos del mundo para la profesión. Nos parece satisfactoria la decisión de las autoridades federales de hacerse cargo del caso, a través de la Procuraduría General de la República. Esperamos que la investigación consiga identificar rápidamente a los autores, y a los autores intelectuales del asesinato, y probar así que el gobierno está decidido a luchar eficazmente contra la impunidad que desgraciadamente prevalece con demasiada frecuencia en México”, ha declarado Reporteros sin Fronteras.
Cuando salía de su domicilio y se disponía a coger el coche, para llevar a su hija de ocho años a la escuela, el periodista, de 40 años y residente en Ciudad Juárez, se vio sorprendido por un individuo no identificado que le hizo varios disparos a bocajarro. El asesino se dio inmediatamente a la fuga, con ayuda de unos cómplices aparcados en las proximidades. La víctima murió en el acto.
Pedro Torres, director de El Diario, ha dicho a Reporteros sin Fronteras que, en febrero de 2008, Armando Rodríguez recibió un mensaje amenazador en su teléfono móvil, en el que le conminaban a “rebajar el tono”. Después del incidente, y como medida de seguridad, el periodista fue trasladado a El Paso durante dos meses. A su regreso insistió en reanudar el trabajo sin medidas de seguridad especiales.
Sus colegas han indicado que están convencidos de que existe una relación entre el asesinato y el trabajo de la víctima. Sin embargo no han podido precisar ningún caso en concreto aunque Carlos Huerta Muñoz, reportero del diario local El Norte, ha subrayado que, la víspera, Armando Rodríguez y él cubrieron el asesinato de dos policías locales. Por otra parte, el 6 de noviembre apareció una cabeza decapitada en un monumento de la Plaza de los Periodistas, situada en el centro de Ciudad Juárez, lo que los medios de comunicación de la ciudad interpretaron como una amenaza directa contra ellos.