Afganistán: “no hay paz posible si no se protege antes la libertad de prensa”
Con motivo de la reciente celebración del Día Mundial de la Libertad de Prensa, Reporteros sin Fronteras y el Centro para la Protección de las Mujeres Periodistas Afganas (CPAWJ) alertan sobre la complicada situación del periodismo en Afganistán.
Catorce meses después del acuerdo de paz entre los talibanes y Estados Unidos, y ocho después del inicio de las conversaciones de paz entre los talibanes y el gobierno afgano, la libertad de prensa en Afganistán se encuentra en una situación muy desfavorable.
En los últimos seis meses, al menos veinte periodistas y otros profesionales de los medios de comunicación han sido víctimas de ataques selectivos; ocho de ellos –incluidas cuatro mujeres– han sido asesinados. Otras treinta personas han recibido amenazas de muerte relacionadas con su trabajo periodístico.
El clima de terror sigue creciendo y afecta especialmente a las mujeres periodistas, cuya situación ya era más precaria. En su último informe anual publicado en marzo, la CPAWJ registró más de 100 casos de agresión incluidos asesinatos, amenazas de muerte, agresiones físicas e insultos.
“La precariedad de las mujeres periodistas afganas ha aumentado como resultado de los peligros físicos, pero también como resultado del Covid-19”, dice la directora de CPAWJ, Farida Nekzad. “Al menos el 20% han perdido su trabajo o se han visto obligadas a tomarse una excedencia sin sueldo”.
Las amenazas y la violencia que reciben los periodistas impactan directamente en el día a día de los medios de comunicación y, a menudo, derivan en autocensura, especialmente en los temas relacionados con las condiciones de paz impuestas por las fuerzas extranjeras, las diferentes facciones gubernamentales y los talibanes. Estos últimos han intimidado a profesionales y a jefes de medios en varias provincias, y algunos funcionarios locales han exigido públicamente el cierre de programas políticos y de entretenimiento.
“La paz y la coexistencia pacífica del pueblo afgano son imposibles de garantizar sin la participación de toda la sociedad e imposibles de alcanzar sin una prensa libre e independiente”, dice Reza Moini, jefe de la oficina de RSF Irán-Afganistán.
“Si no se garantiza la libertad de prensa, no puede haber una paz justa y duradera”, destacan RSF y CPAWJ. Las dos organizaciones instan a proteger adecuadamente a los periodistas, especialmente a las mujeres, tal y como garantizan la constitución y los decretos de la República Islámica de Afganistán, desde hace 19 años.
Afganistán ocupa el puesto 122 de los 180 países de la Clasificación Mundial de Libertad de Prensa de RSF 2020.