7 de julio de 2001 - 7 de julio de 2003 : segundo aniversario de la muerte de Parmenio Medina
Cuando se cumplen dos años del asesinato, el 7 de julio de 2001, del periodista Parmenio Medina, Reporteros sin Fronteras está preocupada porque el crimen permanece impune. "Le pedimos que movilice todos los medios necesarios para que retroceda la impunidad, en este caso", ha explicado la organización en una carta dirigida al presidente Abel Pacheco.
El 7 de julio de 2001, Parmenio Medina (foto), célebre presentador de un programa satírico titulado "La Patada" en Radio Monumental, fue asesinado cerca de su domicilio, situado a una decena de kilómetros de San José, la capital. Un desconocido disparó varias veces sobre el periodista, y después se dio a la fuga con unos cómplices. La investigación se puso en manos de la fiscalía de Heredia. Al periodista le abatieron cuatro delincuentes. Según la prensa local, actualmente hay dos personas detenidas en relación con el caso. Se trata de Luis Alberto Jaime Aguirre, un nicaragüense sospechoso de haber participado directamente en el crimen, y Andrés Chaves Matarrita, un cómplice que habría facilitado la huida de uno de los asesinos. Al primero le habrían identificado al menos cinco testigos. Otro presunto asesino, César Dionisio Murillo, alias "Nicho", encontró la muerte durante el atraco a un banco en mayo de 2002. Los delincuentes habrían recibido una suma de diez millones de colones (cerca de 27.000 euros). Al periodista le habrían matado porque disponía de informaciones comprometedoras sobre un empresario. Por otra parte, el 23 de diciembre de 2002 fue detenido John Gilberto Gutiérrez Ramírez, un ciudadano colombiano sospechoso de haber servido de intermediario entre los asesinos y el autor intelectual. Le inculpó la compañera del difunto "Nicho", quien afirma que participó en algunas reuniones preparatorias del crimen, celebradas en casa de "Nicho", en Campo Cinco de Cariari (Este). John Gilberto Gutiérrez Ramírez quedó en libertad el pasado 26 de marzo, después de que su abogado presentara un contrato de alquiler el que se indica que "Nicho" alquiló la mencionada casa solo tres meses después del asesinato. Sin embargo, el pasado 22 de mayo, en una declaración a la prensa, el director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), Jorge Rojas Vargas, puso en duda la autenticidad del documento presentado por la defensa del sospechoso. Parmenio Medina y Radio María de Guadalupe
En "La Patada", Parmenio Medina denunciaba regularmente asuntos de corrupción, escenificándolos de manera satírica, gracias a un equipo de imitadores. Por eso, el periodista tenía muchos enemigos potenciales. El mes anterior a su muerte denunció, en varias ocasiones, las presuntas irregularidades en la gestión de la radio católica Radio María de Guadalupe. Entre otras cosas, se preguntaba sobre el origen de las donaciones recibidas por la radio y el papel exacto que, en ella, desempeñaba el empresario Omar Chávez. Además, reveló que se había visto al sacerdote Mínor Calvo, fundador de la emisora católica, en compañía de un joven, en un parque frecuentado por homosexuales. En mayo de 2001, Parmenio Medina recibió amenazas, después de haber hecho, en "La Patada", nuevas revelaciones sobre el fundador de Radio María de Guadalupe. El 9 de mayo, unos desconocidos dispararon sobre la fachada de su casa. Entonces se le proporcionó una protección policial que terminó, a primeros de junio, a petición propia. En un primer momento, la dirección de Radio Monumental decidió no emitir una grabación con contenido polémico, ante la amenaza del sacerdote de querellarse judicialmente, y las presiones ejercidas por los anunciantes. Pero, tras un recurso presentado por el periodista, la justicia costarricense ordenó a la radio que emitiera el programa. Parmenio Medina, de origen colombiano, se instaló en Costa Rica en 1969 y presentaba "La Patada" desde hacía veintiocho años. El 3 de julio de 2003, efectivos del OIJ registraron los domicilios del sacerdote Mínor Calvo en Cartago (este de San José), y de su madre en Oreamuno (provincia de Cartago). Los policías se incautaron de material informático y documentos contables de Radio María de Guadalupe. También tomaron una muestra de sangre del sacerdote, para comparar su ADN con el del autor de las cartas amenazadoras enviadas al periodista, en cuyos sobres se encontraron rastros de saliva. El registro se efectuó sobre la base de testimonio de un ex empleado de la radio, cuyo nombre se mantiene en secreto, quien afirmó haber oído al sacerdote proclamar su interés en silenciar al periodista.