Veinte periodistas encarcelados, decenas de otros citados por la justicia : continúa la represión contra la prensa
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Mientras las autoridades iraníes siguen negándose a aclarar la muerte, mientras estaba detenida, de la fotógrafa irano-canadiense Zahra Kazemi, la situación de los periodistas iraníes no hace más que empeorar: detenciones, citaciones judiciales y amenazas se multiplican, haciendo temer lo peor.
La 7ª Sección del servicio del fiscal de Teheran convocó el 26 de agosto de 2003 a Issa Saharkhiz, periodista reformista y director del mensual Aftab (Sol). Le interrogaron acerca de las declaraciones hechas a los investigadores por otro periodista, Iraj Jamshidi, redactor jefe del diario económico Assia (Asia, suspendido), detenido a principios de julio. El periódico conservador Resalat acusó a Issa Saharkhiz de "corrupción", en su edición del lunes 25 de agosto. Al día siguiente, en una carta publicada en Internet, él amenazó con presentar una denuncia contra el periódico Resalat, así como contra el ayatolá Hashemi Shahroudi, jefe del poder judicial. Issa Saharkhiz ya estuvo encarcelado, durante poco tiempo, por "propaganda contra el régimen", del 15 al 17 de julio de 2003, y después quedó en libertad con fianza.
Recientemente, varios periodistas han sido citados por una sección de la policía de Teherán llamada "Adareh Amaken", habitualmente encargada de los delitos "morales". Ese departamento policial se encuentra bajo la responsabilidad del fiscal de Teherán, el juez Said Mortazavi. Así, desde hace seis días, Amirezza Noorisadeh, que trabaja para los periódicos Mosigi Magan y Cinamye Jahan, está obligado a presentarse diariamente en el puesto de policía. El 17 de agosto de 2003, Mostafa Kovakabian, director del diario reformista Marsomsalari (Democracia), fue citado e interrogado en relación con tres acusaciones, relativas a la publicación de artículos referidos al caso Kazemi. Entre mediados de julio y mediados de agosto (mes persa de "mordad"), Reporteros sin Fronteras ha censado más de cincuenta citaciones judiciales de periodistas.
Otro caso revelador de la precariedad de la situación de los periodistas en Irán: el 16 de agosto de 2003, Asan Raghifar, director del semanario regional Asan (Tabriz, norte del país), fue secuestrado por cuatro desconocidos. El periodista, de sesenta años de edad, fue torturado por sus secuestradores, que le interrogaron acerca de sus actividades profesionales, y amenazaron con matarle por sus escritos. Su periódico había publicado varios artículos sobre las detenciones y los casos de tortura de periodistas, en el país.
Reporteros sin Fronteras subraya que se sigue sin ninguna noticia de los periodistas Iraj Jamshidi e Isameli Jamshidi, respectivamente director del periódico Asia y periodista del Gardon (suspendido), detenidos los días 6 y 7 de julio de 2003. En cambio, la organización acaba de saber que Amir Ezati, periodista de Mahnameh Film, quedó en libertad el 30 de junio de 2003, tras 123 días de detención, sesenta de los cuales los pasó en una celda individual. Está acusado de haber traducido y distribuido el libro de Salman Rushdie prohibido en Irán "Los versos satánicos". En un registro en el domicilio del periodista la policía encontró un extracto del libro, que Amir Ezati había descargado de un sitio de Internet. Su proceso está previsto para mediados de septiembre.
Con veinte periodistas actualmente encarcelados, Irán es la mayor cárcel para los periodistas en Oriente Medio.
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Updated on
20.01.2016