Elizabeth Obando, encargada de la distribución del diario El Nuevo Día, fue asesinada el 11 de julio de 2002, por unos presuntos miembros de la guerrilla de las FARC. Desde principios del año 2002, nueve profesionales de los medios de comunicación han sido asesinados en Colombia. De momento, ninguna de las investigaciones ha dado resultado.
Reporteros sin Fronteras ha expresado su indignación tras el asesinato de Elizabeth Obando, encargada de la distribución del diario El Nuevo Día, en la ciudad de Roncesvalles (departamento de Tolima, este del país), el 13 julio de 2002. En una carta dirigida al Fiscal general de la Nación, Luis Camilo Osorio, la organización ha pedido que se abra inmediatamente una investigación, para que sean identificados y juzgados los responsables del crimen. "Es hoy urgente poner fin al reino de la impunidad, cuyo índice particularmente alto lo ha convertido en el segundo factor de criminalidad, después del narcotráfico", ha declarado Robert Ménard, secretario general de Reporteros sin Fronteras. "No podemos admitir que, por falta de medios o por las presiones e intimidaciones a que se ven sometidos los magistrados, la mayoría de las investigaciones no resulten en ninguna detención", añadio. Reporteros sin Fronteras ha recordado que el país posee el triste récord de asesinatos de periodistas en Latinoamérica. Desde el principio del año 2002, nueve profesionales de medios de comunicación han muerto. Sin embargo, la mayoría de las veces, es imposible afirmar que murieron por razones vinculadas con sus actividades periodísticas.
Según informaciones recogidas por Reporteros sin Fronteras, el autobús en el que viajaba Elizabeth Obando, encargada de la distribución del diario El Nuevo Día, en Roncesvalles, fue interceptado por un grupo de hombres armados no identificados, el 11 de julio de 2002, en Playarrica (departamento de Tolima). Estos obligaron a la colaboradora de prensa a bajarse del autobús para después dispararle dos balazos en la cabeza. Elizabeth Obando fue transportada al hospital Federico Lleras de Ibagué (departamento de Tolima), donde murió de sus heridas el 13 de julio pasado. El asesinato tendría su origen en un altercado entre Elizabeth Obando y "Donald", jefe del frente 21 de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC - guerrilla), tras la publicación, el 21 de septiembre de 2002, de un artículo denunciando las prácticas de la guerrilla en la región. El pasado 3 de marzo, Elizabeth Obando había informado a la dirección de El Nuevo Día que las FARC habían amenazado matarla si no dejaba de distribuir el periódico. Tras estas amenazas, la distribución del diario en Roncesvalles fue interrumpida.