Reporteros sin Fronteras hace un llamamiento urgente a las autoridades federales después de que han ocurrido tres casos, que son un ejemplo de las amenazas que pesan sobre la prensa mexicana. La organización está particularmente preocupada por el exilio forzoso de Carlos Huerta Muñoz, del diario Norte de Ciudad Juárez, ocurrido el 30 de enero de 2008 tras recibir unas amenazas, atribuidas a los narcotraficantes.
Reporteros sin Fronteras se ha enterado con preocupación del exilio de Carlos Huerta Muñoz, del diario Norte de Ciudad Juárez (en la ciudad del mismo nombre, Estado de Chihuahua, Norte), que se ha visto obligado a salir del país tras recibir amenazas de muerte, el 30 de enero de 2008. Al día siguiente, la dirección del periódico decidió limitar al máximo la publicación de investigaciones sobre el tráfico de droga, y atenerse a la información oficial sobre el tema. Otros dos casos han venido a dar testimonio de una situación que continúa siendo alarmante para la prensa mexicana : el atentado con disparos a Octavio Soto Torres, director del diario Voces de Veracruz, ocurrido el 23 de enero en Pánuco (Veracruz, Este), y el registro del domicilio de Cecilia Vargas Simón, del diario La Verdad del Sureste, el 27 de enero en Villahermosa (Tabasco, Sudeste).
“Un exilio forzoso, un atentado y la efracción del domicilio de una periodista. Cualquier procedimiento es bueno para reducir al silencio a un periodista, cuando no paga con su vida el precio de su trabajo. Este comienzo del año no es un buen augurio para la prensa mexicana, una de las más expuestas del continente a las represalias del crimen organizado. Con la marcha de Carlos Huerta Muñoz, los periodistas mexicanos ¿van a tener que imitar a sus colegas colombianos, obligados a abandonar el país o su región? Pedimos a las autoridades, empezando por la Fiscalía Especial de Atención a los Delitos Cometidos contra Periodistas - FEADP - que asuma las investigaciones de estos tres casos ejemplares”, ha declarado Reporteros sin Fronteras.
Especialista de sucesos y narcotráfico en el diario Norte de Ciudad Juárez, Carlos Huerta Muñoz recibió, el 30 de enero, amenazas de muerte por teléfono, procedentes de un corresponsal anónimo que revindicaba ser de “La Federación”, una agrupación de carteles de la droga. La llamada procedía de un teléfono móvil del Estado de Sonora (Noroeste). Amenazas del mismo tipo recibieron algunos medios locales, como el Diario de Juárez y el Canal 44. A pesar de la protección policial que le concedieron Carlos Huerta Muñoz ha decidido macharse de México con su familia, según el Centro de Periodismo y Etica Pública (CEPET), organización mexicana de defensa de la libertad de prensa.
El director de Norte de Ciudad Juárez, Alfredo Quijano, ha dicho a Reporteros sin Fronteras que el periodista había rechazado la protección que le ofrecieron. “Como las policías están infiltradas (por el crimen organizado, ndlr) consideramos que no pueden darnos garantías para trabajar ni la autoridad federal, ni la estatal, ni la municipal”, explicó a la organización. Alfredo Quijano ha justificado también la decisión del periódico de autocensurarse : “Si seguimos publicando investigaciones sobre el crimen organizado ponemos en riesgo al personal”, añadió. Dos diarios regionales han adoptado ya esa línea de conducta : El Imparcial de Hermosillo (Sonora), tras la desaparición de Alfredo Jiménez Mota el 2 de abril de 2005, y El Mañana de Nuevo Laredo (Tamaulipas, Noreste), cuya redacción fue ametrallada el 6 de febrero de 2006.
Por otra parte, el 23 de enero de 2008, el director del diario Voces de Veracruz, Octavio Soto Torres, resulto levemente herido en un ataque armado cuando se dirigía en auto, acompañado de su hijo de dieciséis años, al lugar de un accidente de carretera. Tres hombres armados les siguieron en un auto y abrieron fuego sobre ellos, causando al periodista rasguños en la cabeza. Octavio Soto Torres ha manifestado a Reporteros sin Fronteras que el atentado podría estar relacionado con sus críticas de cañeros y sus tensas relaciones con algunos funcionarios municipales. En diez años, el periodista ha sufrido siete ataques similares.
Finalmente, Cecilia Vargas Simón, del diario La Verdad del Sureste, recibió el 27 de enero amenazas de muerte en su teléfono móvil. “Ha recibido el mensaje que hemos dejado en su casa. Deje de escribir. No intente buscarnos”, le dijo su interlocutor Pocas horas antes de la llamada, registraron el domicilio de la periodista en Villahermosa, sin robarle nada. Cecilia Vargas Simón ya se ha visto intimidada en otras ocasiones, a causa de sus artículos.