Un mes antes de la ceremonia inaugural seguimos estando muy lejos de lo que deberia ser en realidad
Organización:
Reporteros sin Fronteras llama a manifestarse el 8 de agosto delante de las embajadas de China, y en Internet
Cuando falta exactamente un mes para la ceremonia de inauguración de los JJOO de Pekín, Reporteros sin Fronteras denuncia la falta de buena voluntad de las autoridades chinas en favor del centenar de periodistas, internautas y ciberdisidentes encarcelados. "¿Creen de verdad las autoridades chinas que negándose obstinadamente a liberar a los presos de opinión, y amordazando la libertad de expresión, van a conseguir que los JJOO sean un éxito internacional?", se pregunta la organización, que lleva haciendo campaña desde 2001.
Reporteros sin Fronteras llama a manifestarse ante las embajadas de China el 8 de agosto, en el momento en que tenga lugar la ceremonia inaugural de los JJOO, y ese mismo día organiza una cibermanifestación en su sitio oufhjezmsy.tudasnich.de.
"Las escasas buenas noticias, entre ellas el desbloqueo de algunos sitios de Internet extranjeros y a la reapertura del Tibet, se ven eclipsadas por una serie de escandalosas detenciones y el refuerzo en la vigilancia de los militantes de los derechos humanos. Es cierto que las infraestructuras están preparadas, pero el control policial se ha reforzado, Internet continúa censurado, las radios internacionales están interferidas y el aire de Pekín sigue estando contaminado. Todos estos temas han desaparecido de la prensa china. Y en Pekín, el lujo del Centro de Prensa Olímpico, inaugurado el 8 de julio, no conseguirá hacer olvidar la precariedad de los derechos de los periodistas extranjeros, cuando se interesan por temas sensibles", ha añadido Reporteros sin Fronteras.
Incluso, la reanudación de los contactos con los representantes del Dalai Lama se ha vivido ya como un fracaso porque las autoridades chinas han impuesto una extravagante lista de condiciones para la reanudación de un auténtico diálogo. Uno de los negociadores tibetanos dijo a su regreso de China: "No es posible llevar a cabo negociaciones antes de los JJOO. El gobierno está obsesionado con los Juegos". Según este representante tibetano, el encuentro se organizó únicamente para servir a la causa de los JJOO, y satisfacer a algunos países extranjeros.
El Comité Olímpico Internacional (COI) tiene una enorme responsabilidad en la actual crisis. Cerrando los ojos ante la política represiva de las autoridades, el COI ha hecho trizas el "efecto positivo" que se esperaba en el terreno de los derechos humanos en China. Y prueba de ello es la existencia de una decena de "presos olímpicos", y entre otros Hu Jia y Yang Chunlin, detenidos por expresar su opinión sobre los JJOO.
Todavía no es demasiado tarde para que el movimiento deportivo mundial alce la voz en favor de la libertad de expresión. De hecho, la Carta Olímpica estipula que hay que poner el deporte "al servicio del desarrollo armonioso del hombre, con vistas a animar el establecimiento de una sociedad pacífica, preocupada por preservar la dignidad humana".
A medida que se acercan los JJOO, el entorno de algunos de los militantes encarcelados pide a las autoridades chinas que hagan un gesto. Así, Xinna, la mujer del director de publicación mongol Hada, ha pedido al gobierno la libertad de su marido, encarcelado desde hace trece años, como una señal de progreso hacia un mayor respeto de los derechos humanos.
Desde hace varios meses Reporteros sin Fronteras viene pidiendo que los jefes de Estado, jefes de gobierno y miembros de familias reales, boicoteen la ceremonia inaugural del 8 de agosto de 2008. A fecha 8 de julio de 2008 han respondido positivamente a la invitación del presidente chino el rey de Camboya, los presidentes de Estados Unidos, Croacia, Isla Mauricio, Corea del Sur, Suiza, Vietnam y Afganistán; los primeros Ministros finlandés, japonés, australiano, holandés, tailandés e italiano; el Ministro de Asuntos Exteriores español, el Ministro de Deportes indio y el príncipe heredero de Bélgica. Los gobiernos de Polonia, Estonia, Austria, República Checa, Alemania, Canadá y Nueva Zelanda han anunciado que no van a enviar representantes de la ceremonia de inauguración. El príncipe Carlos de Inglaterra anunció que no estará en Pekín y el Primer Ministro británico solo asistirá a la ceremonia de clausura. El presidente francés debería dar el 9 de julio una respuesta oficial a su homólogo chino.
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20.01.2016