Turquía: Informe de RSF sobre la situación de la libertad de prensa en Turquía bajo el estado de emergencia
Dos meses después del intento de golpe de Estado fallido y de la declaración del estado de emergencia en Turquía, el gobierno turco sigue acosando a los periodistas y atacando a la libertad de información y al pluralismo mediático. Reporteros Sin Fronteras publica hoy un informe que detalla los numerosos abusos cometidos contra la libertad de prensa, y urge a las autoridades turcas a volver a los principios democráticos
El informe analiza la persecución del gobierno del Presidente Erdogan a los medios de comunicación.
El estado de emergencia, decretado el 20 de julio, permite a las autoridades sobrepasar al sistema judicial, pese a ser menos independiente que nunca, y limitar los derechos de defensa. Muchos periodistas han sido detenidos y acusados, sin pruebas, de estar involucrados en el intento de golpe de Estado.
Aquellos que han sido detenidos pueden ahora pasar hasta 30 días privados de libertad y se les puede negar el acceso a un abogado en los cinco primeros días de su detención.
El gobierno turco, aprovechándose del estado de Emergencia, ha ordenado también el cierre permanente de más de 100 medios de comunicación, incluidos periódicos, radios y canales de televisión, afectando así a un pluralismo mediático ya de por si mermado con anterioridad al intento de golpe de Estado.
El estado de emergencia también ha permitido a las auroridades imponer arbitrariamente sanciones administrativas (como la retirada de pasaportes o carnés de prensa), desacreditando así a cientos de periodistas e impidiéndoles que ejerzan su trabajo libremente.
“En lugar de seguir el ejemplo del pueblo turco que defendió la democracia el 15 de julio, el gobierno de Erdogan ha puesto en marcha una ofensiva contra la libertad de información en Turquía”, afirma Johann Bihr, responsable de la oficina de Europa del Este y Asia Central de Reporteros Sin Fronteras.
“El Gobierno utiliza el estado de Emergencia para encarcelar a periodistas y cerrar medios de comunicación que supuestamente han apoyado al movimiento Gülem, violando así los derechos a la libertad de opinión y expresión. Pero el estado de emergencia también está siendo empleado para atacar a los medios de la oposición”, añade Bihr.
Proclamado cinco días después del intento de golpe de Estado, el estado de emergencia durante tres meses ha permitido a las autoridades turcas gobernar por decreto y perseguir a cualquiera que sea considerado sospechoso de tener “vínculos” con el movimiento Gülem, a quien se acusó inmediatamente de auspiciar el golpe de Estado.
Cientos de periodistas -no sólo los que trabajan para medios afines a dicho movimiento- sino otros críticos con el gobierno, han sido detenidos, interrogados, acusados o despedidos de sus medios.
El informe ha sido elaborado por el representante de Reporteros Sin Fronteras en Turquía, Erol Önderoğlu, que pasó diez días detenido el pasado mes de junio, por participar en una campaña de solidaridad con el periódico Özgür Gündem, conocido por su defensa de los derechos del pueblo kurdo, y cerrado el 16 de agosto bajo el estado de emergencia.
Turquía ocupa el puesto 151 de los 180 países que conforman la actual Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa elaborada anualmente por Reporteros Sin Fronteras.