Se multiplican las amenazas e intimidaciones a periodistas en el noroeste del país
Organización:
Reporteros sin Fronteras expresa su gran preocupación por los numerosos casos de amenazas a periodistas que se han registrado recientemente en tres departamentos del noroeste de Colombia, cerca de la costa, una zona que se caracteriza por la presencia de diversos grupos criminales.
“Los periodistas no deben en ningún caso pagar por la violencia ligada al crimen organizado que reina en la zona. Las autoridades deben investigar lo más rápido posible estas intimidaciones, que constituyen graves violaciones a la libertad de información. Asimismo, deben garantizar la seguridad de los periodistas y proporcionar, a quienes lo requieran, medidas de protección adecuadas”, declaró Christophe Deloire, secretario general de Reporteros sin Fronteras.
El 28 de enero de 2013 en Montería (Córdoba), el periodista Amilkar Alvear y el fotorreportero Jairo Cassiani, de la sección judicial del diario Al Día, recibieron un panfleto en el que se les amenazaba de muerte firmado por la banda criminal Los Urabeños (BCLU). El comunicado decía que los periodistas habían “hablado mucho de ellos” y que tenían 48 horas para abandonar la ciudad. Alvear y Cassiani se fueron de Montería ese mismo día. Actualmente se encuentran bajo protección policíaca en otra ciudad.
Un periodista del mismo medio de comunicación, Jairo Contreras, recibió amenazas los días 13 y 24 de enero en Sincelejo (Sucre), a través de mensajes de texto y llamadas a su teléfono móvil.
Al Día es un diario popular en la región, reputado por su información judicial. Alvear y Cassiani habían cubierto en varias ocasiones arrestos de miembros de la BCLU.
Las dos últimas semanas de enero, en Medellín (Antioquia), periodistas y camarógrafos de Teleantioquia Noticias, Telemedellín, Caracol Noticias y Noticias RCN también fueron víctimas de amenazas por cubrir eventos relacionados con actos de violencia en diversos barrios de la ciudad (comunas 8 y 13). En varias ocasiones se les obligó a dejar de filmar y a abandonar el lugar de los hechos, amenazados por desconocidos. Los periodistas prefieren que no se mencionen sus nombres por miedo a represalias de los “combos” (sujetos a sueldo de grupos criminales).
Estas amenazas se suman a la que recibió el 11 de enero pasado Jineth Bedoya, del diario El Tiempo, de Bogotá.
Estas amenazas han sido denunciadas por diversas organizaciones, como la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP), la Asociación de Periodismo de Antioquia (APA) y la Asociación de Comunicadores Sociales Periodistas de Sucre (ACPS), que las consideran graves violaciones a la libertad de expresión.
Publié le
Updated on
20.01.2016