RSF pide a la Duma que no adopte nuevas leyes para censurar Internet
Reporteros sin Fronteras urge a la Duma a rechazar dos leyes aprobadas ya en primera lectura, que, de ser finalmente adoptadas, eliminarían gran parte de la libertad en Internet que queda en Rusia. Prohibirán el software que permite eludir el bloqueo de webs, los buscadores de censura, y tomarán el control de las aplicaciones de mensajería.
El responsable de los Servicios Federales de Seguridad, Alexander Bortnikov, ha pedido a los legisladores que aceleren la adopción de estas dos leyes. Un llamamiento que ha sido correspondido con la primera lectura de ambas legislaciones se en un tiempo record. Su adopción tras las segunda lectura es inminente.
“De ser adoptadas, estas leyes clavarán uno de los últimos clavos del ataúd de la libertad de prensa en Rusia”, afirma Johann Bihr, responsable de la oficina de Europa del Este y Asia Central de Reporteros sin Fronteras.
“Estas leyes, en su búsqueda por perfeccionar los mecanismos de censura y vigilancia digital en Rusia, sencillamente violan las libertades garantizadas en la constitución del Convenio Europeo de Derechos Humanos. Pedimos a la Duma que las rechace en su segunda lectura”, añade Bihr.
La ley está diseñada para completar la censura en Internet en Rusia y perseguir a las VPNs, servidores proxy o redes Tor. Su lectura, aprobada el 23 de junio, se produjo apenas dos semanas después de haber sido presentada.
De finalmente aprobarse, los proveedores de este tipo de software tendrán que cooperar en el bloqueo de páginas prohibidas en Rusia, bajo la amenaza de que sean sus propias web las que pasen a estar inaccesibles en el país. La misma ley también requerirá a los buscadores que retiren cualquier referencia a los sitios bloqueados en Rusia.
Mensajería instantánea bajo control
La otra legislación sometida a lectura es la que tiene como objetivo a los servicios de mensajería instantánea, como Whatsapp o Telegram. De ser adoptada, permitirá requerir a las plataformas proveedoras de estos servicios que colaboren con los operadores de telefonía rusos en identificar a sus usuarios. También tendrán que bloquear algunos mensajes a petición del Estado y permitir a las autoridades que hagan circular sus mensajes.
Los servicios de mensajería que no cumplan estos requerimientos podrán recibir multas de hasta 14.500 euros. Pero esta no es la única presión que sufren actualmente los proveedores de servicios de mensajería. El mes pasado la agencia federal de comunicaciones rusa amenazo con bloquear Telegram en Rusia por una disputa entre el dueño de ésta, Pavel Durov, y el director de la agencia, Alexander Zharov.
Durov seguía negándose a cumplir la ley de 2014 que obliga a registrarse en Rusia a “cualquier organizador de distribución de información” y a almacenar todos sus datos durante seis meses para que estén disponibles para la inspección de las autoridades si así lo requieren. Finalmente Durov accedió a registrarse, pero insiste en que no compartirá sus datos.
Otros servicios que no se han registrado -BlackBerry Messenger, Imo, Line, VChat y WeChat- han sido bloqueados a principios del mes de mayo.
La “Ley Yarovaya” adoptada el pasado año, exige a los servicios de mensajería que desencripten chats de usuarios a instancias de las autoridades. Pero este requisito ha sido pospuesto, de momento, por dificultades técnicas.
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