RSF se siente consternada por la muerte del periodista independiente italiano Raffaele Ciriello, abatido por las balas de los soldados de Tsahal, en Ramallah. "Desde hace meses, venimos denunciando la impunidad de que gozan los soldados israelíes que disparan sobre los periodistas. Hoy ha ocurrido lo que temíamos: un periodista ha resultado muerto", declaró Robert Ménard, secretario general de la organización.
Reporteros Sin fronteras (RSF) se siente consternada por la muerte del periodista independiente italiano Raffaele Ciriello, abatido por las balas de los soldados israelíes, en Ramallah.
Robert Ménard, secretario general de la organización, ha pedido a las autoridades israelíes "la inmediata apertura de una investigación, a fin de establecer las circunstancias exactas de la muerte de Raffaele Ciriello y, si fuera necesario, juzgar a los autores de los disparos. "Desde hace meses, venimos denunciando la impunidad de que gozan los soldados israelíes que han disparado sobre algunos periodistas. Frecuentemente, tenemos motivos para preocuparnos por la práctica inexistencia de investigaciones, por parte de las autoridades israelíes, sobre esos disparos. Todo ello sólo podía conducir a un drama como éste. Hoy ha ocurrido lo que temíamos: un periodista ha resultado muerto. Es el primer periodista que muere desde el comienzo de la segunda Intifada. Nos sentimos aterrados", añadió el secretario general de la organización.
Tras una encuesta efectuada sobre el terreno, durante el verano de 2001, la organización hizo público un informe en el que aparecían cuarenta y cinco casos de periodistas heridos de bala. En la mayoría de los casos, RSF imputó la responsabilidad al ejército israelí. Después, al menos otros dos periodistas han resultado heridos por disparos israelíes.
Según las informaciones recogidas por RSF, Raffaele Ciriello, enviado especial en Ramallah del diario Il Corriere della Sera, resultó alcanzado por balas, el 13 de marzo por la mañana, mientras cubría una incursión del ejército israelí en Ramallah. El periodista fue alcanzado por seis balas, disparadas por soldados israelíes desde un carro de combate, situado cerca de la plaza Al Manara, en el centro de la ciudad. Acompañado de Amedeo Ricucci, periodista del canal italiano de televisión Rai Uno, se encontraba en un callejón que desemboca en la calle principal, a unos 50 metros, tras un grupo de palestinos armados, cuando la tripulación de un tanque israelí, situado a unos 150 metros de ellos, abrió fuego improvisadamente. Como las ambulancias se encontraban bloqueadas por los intensos disparos, el periodista fue trasladado por jóvenes palestinos al hospital "Arab Care", donde falleció antes de que se le pudiera intervenir quirúrgicamente. Según fuentes del hospital, le habían alcanzado en el pecho, el estómago, el intestino y los riñones.
Otro fotógrafo francés, que prefiere que no se facilite su nombre, también resultó herido en la pierna derecha en la plaza Al Manara, en Ramallah, en la mañana del 13 de marzo. El periodista manifestó que no sabe si resultó herido por el estallido de un obús o por una bala.
Por otra parte, en la mañana del 12 de marzo, un carro de combate abrió fuego sobre una treintena de periodistas que se encontraban en el balcón de un hotel, que da sobre los campos de refugiados de Al Amari (Ramallah). Los periodistas tuvieron que refugiarse en los pasillos del hotel, para resguardarse. El portavoz del ejército israelí declaró por teléfono, a uno de los periodistas que se encontraban en el lugar, que se excusaba y que el ejército les tomó por francotiradores palestinos, confundiendo sus cámaras con armas.
Hasta las 16 horas del día 12 de marzo, el ejército israelí impidió a los periodistas entrar en Ramallah, ocupada casi totalmente por el ejército israelí.
Raffaele Ciriello, de 42 años, comenzó su carrera en los años 90, siguiendo carreras de motos y rallyes como el París-Dakar, y posteriormente se apasionó por el fotoperiodismo de guerra. Realizó reportajes en todo el mundo: en Líbano, en Afganistán, en Ruanda, en Kosovo, en Eritrea y en Sierra Leona. Entre otros, había trabajado junto a Maria Grazia Cutuli, la periodista italiana asesinada en noviembre de 2001 en Afganistán.