El 27 de marzo de 2007, Carlos Russo, editor del semanario Perfil, y su familia, sufrieron un robo con violencia en su domicilio de Buenos Aires. Robaron las notas y los documentos del periodista, relativos a un caso de corrupción. Reporteros sin Fronteras considera la hipótesis de que haya sido un robo planeado, disfrazado de simple atraco.
Reporteros sin Fronteras está escandaliza por el robo con violencia que el 27 de marzo de 2007 sufrió en Buenos Aires Carlos Russo, editor del semanario Perfil. La organización no cree en absoluto en la hipótesis de que haya sido un simple atraco, teniendo en cuenta que robaron documentos comprometedores.
“Últimamente Carlos Russo investigó y publicó unos artículos sobre un explosivo caso de corrupción. Unos simples atracadores ¿se habrían tomado la molestia de llevarse, además del botín normal, los documentos y las notas de un periodista? De acuerdo con lo que ha contado Carlos Russo, todo parece indicar que se trata de un robo relacionado con su trabajo, maquillado como un simple atraco. Lo lógico sería que la investigación de esta efracción se adjunte a la relativa al caso “Skanska”, nombre del asunto en que trabajaba el periodista”, ha declarado Reporteros sin Fronteras, que aplaude el valor de Carlos Russo.
El 27 de marzo de 2007 tres individuos armados entraron violentamente en el domicilio de Carlos Russo, quien se encontraba presente junto con su mujer y su hija de siete años. Tras encerrar a las víctimas en una habitación, los agresores registraron la casa y robaron, entre otras cosas, un cuaderno de notas y todos los documentos relativos a un caso de corrupción, en el que están mezclados altos funcionarios del gobierno.
Según Carlos Russo, los agresores esperaron a que llegara su esposa para irrumpir entonces en el edificio. Robaron 68 dólares, algunas sortijas, un lector de DVD, dos teléfonos móviles, una agenda electrónica y sobre todo notas y documentos relativos al caso “Skanska”. Los ladrones se marcharon en el coche del periodista.
La empresa sueca Skanska ha sido acusada de “evasión fiscal” y “sobornos”, para conseguir un contrato de trabajo para el Gasoducto Norte. Skanska también habría sido investigada por unas facturas falsas, destinadas a esconder impagados y comisiones ocultas. En el caso estarían implicados altos funcionarios del Ministerio de Planificación Federal, dirigido por Julio De Vido, considerado cercano al presidente Néstor Kirchner.
Carlos Russo ha dicho a Reporteros sin Fronteras que es posible “que no se trate más que de un simple robo. Pero también es posible que sea más bien una amenaza, o un mensaje: ‘Entramos en tu casa como queremos'. Todavía no lo sé”. El 2 de abril, el periodista escribió en Perfil : “El incidente ha provocado en mí una reacción paradójica. Esa agresión me da un nuevo impulso para continuar, aun con más entusiasmo, la investigación del caso Skanska”.