“Entre los días 17 y 23 de marzo condenaron a penas de cárcel a cuatro “ciberfeministas”, por reclamar públicamente mejoras en la condición de la mujer en Irán. Entre otras cosas, se les ha castigado por utilizar Internet para organizar su movimiento, hacer circular sus reivindicaciones y denunciar atentados a los derechos de las mujeres en el país. Reporteros sin Fronteras se siente consternada por las sentencias y quiere n contrmanifestar que apoya la lucha que las mujeres iraníes han emprendido en la Red.
“Entre los días 17 y 23 de marzo condenaron a penas de cárcel a cuatro “ciberfeministas”, por reclamar públicamente mejoras en la condición de la mujer en Irán. Entre otras cosas, se les ha castigado por utilizar Internet para organizar su movimiento, hacer circular sus reivindicaciones y denunciar atentados a los derechos de las mujeres en el país. Reporteros sin Fronteras se siente consternada por las sentencias y quiere n contrmanifestar que apoya la lucha que las mujeres iraníes han emprendido en la Red.
“A pesar del permanente acoso que sufren sus miembros, el movimiento feminista iraní se desarrolla y atemoriza al gobierno. Actualmente, Internet es el campo de una lucha de estas mujeres que simplemente piden disfrutar de unos derechos equivalentes a los de los hombres, y se quejan de que se siga manteniendo un régimen tan rígido. Consideramos totalmente absurda la acusación de atentado a la seguridad nacional que ha justificado la condena de las cuatro militantes”, ha declarado Reporteros sin Fronteras.
Fariba Davoudi Mahajer, antigua colaboradora de varios periódicos reformistas que ahora están cerrados, y de los sitios
Wechange,
Zanestan y
Meydaan, ha sido condenada a un año de prisión incondicional y tres más con la condena aplazada, por “atentado a la seguridad nacional; Sussan Tahmassebi, activista y responsable de la versión inglesa del sitio Wechange, está condenada a seis meses de prisión incondicional y año y medio más con la condena en suspenso, por “reunión con el objetivo de atentar a la seguridad nacional”; Noushin Ahmadi Khorasani, redactora jefe de las revistas Jense Dovom (Segundo sexo) y Fasle Zana (La estación de la mujer), y Parvin Ardalan, también periodista de Jense Dovom y que habitualmente escribe en varios sitios de Internet, han sido condenadas a seis meses de prisión incondicional y dos años y medio más con el cumplimiento aplazado. Las cuatro militantes se encuentran en libertad en espera del juicio de apelación.
Las cuatro mujeres participaron en la campaña “Un millón de firmas para conseguir la modificación de las leyes que discriminan a las mujeres”, puesta en marcha en la Web. Por otra parte, el 12 de junio de 2006 asistieron a una manifestación en Teherán que terminó con decenas de personas detenidas. En esa marcha, llevaban pancartas con eslóganes tales como “¡Somos mujeres, humanas y ciudadanas, pero no tenemos ningún derecho! ¡Los derechos de las mujeres son los derechos del hombre!”.
Estas condenas se han producido cuando las autoridades han puesto en marcha una campaña para hacer respetar las “leyes de la vestimenta”. Como cada año cuando se acerca el verano, desde finales de abril la policía está acosando a las mujeres que llevan ropa demasiado colorista, enseñan el cabello, llevan los tobillos desnudos o abrigos demasiado entallados.
Irán figura en la lista de los “
13 enemigos de Internet” de Reporteros sin Fronteras.