Reporteros sin fronteras preocupada por el deterioro de la libertad de prensa en el kurdistán iraquí
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Tras permanecer detenido más de un mes, Fayçal Abbas Ghazala, corresponsal del canal de televisión por satélite Kolsat, quedó en libertad el 21 de diciembre de 2007. Reporteros sin Fronteras se alegra de la decisión pero hace un llamamiento a las autoridades del Kurdistán iraquí para que den muestras de discernimiento y moderación cuando adopten medidas contra la prensa.
“Los periodistas padecen cada vez más restricciones en la región del Kurdistán que, sin embargo, hasta ahora se consideraba un remanso de paz y seguridad para la prensa. Las autoridades regionales han usado como pretexto los recientes enfrentamientos entre el ejército turco y algunos rebeldes del PKK refugiados en Irak para poner limites a los desplazamientos de los periodistas, y obstaculizar su actividad. Por ejemplo, el nuevo proyecto de ley de prensa, aprobado recientemente en la Asamblea Nacional Kurda representaría, en caso de que lo ratificara el presidente Massoud Barzani, una auténtica vuelta atrás”, ha declarado la organización.
Fayçal Abbas Ghazala, de 34 años, ha permanecido encarcelado durante 31 días en tres lugares diferentes, acusado de “terrorismo”. Fue detenido el 19 de noviembre de 2007 en su domicilio. Unos agentes de las fuerzas de seguridad kurdas entraron en su casa, por la mañana muy temprano, y le sacaron de la cama. El periodista pasó la noche en dos comisarías diferentes, y posteriormente fue encerrado en la prisión central de Dohuk (cerca de Mosul).
Contactado por Reporteros sin Fronteras, Fayçal Abbas Ghazala ha dicho que no comprende por qué se han cebado con él. “Entraron en mi casa con una orden de arresto sin tomarse la molestia de enviarme una citación previa, a la que sin ninguna duda habría respondido. Después me han tenido internado durante más de treinta días, sin poder inculparme de nada. Finalmente me han puesto en libertad casi una semana después de que el juez firmara la orden”, ha explicado. “Ahora los periodistas iraquíes tienen que enfrentarse no solo a la violencia de las milicias y los grupos armados, sino también al terrorismo del Estado”, ha añadido Fayçal Abbas Ghazala. Mientras permaneció detenido le interrogaron sobre la cobertura que hizo de los atentados ocurridos en la región.
El 19 de noviembre de 2007 el gobierno regional de Kurdistán decidió prohibir a los periodistas que fueran en busca de los rebeldes del PKK, refugiados en las montañas de Kandil, en la frontera turco-iraquí. Según la agencia de prensa Euphrate, el Primer Ministro del gobierno kurdo de Irak, Nechirvan Barzani, reunió pocos días después a representantes de los medios de comunicación, para pedirles que no publiquen artículos que “vayan en contra de algunos intereses de Turquía”. Finalmente, el 11 de diciembre los miembros de la Asamblea Nacional Kurda aprobaron un nuevo proyecto de ley, que establece multas graves y penas de cárcel para los delitos de prensa. Antes de entrar en vigor, el texto tiene que ser ratificado por el presidente Massoud Barzani, quien garantizó a los representantes del Sindicato de Periodistas Kurdos que iba a rechazar el proyecto de ley y pedir a la Ásamela que lo revisara. De momento todavía no hay nada decidido.
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20.01.2016