Reporteros sin fronteras pide a Robert M. Gates que intervengaen favor de un periodista afganistano detenido por el ejercito norteamericano en bagram

Reporteros sin Fronteras está muy preocupada por la situación de Jawed Ahmad, periodista afgano que trabaja para el canal Canadian Televisión (CTV), detenido por el ejército norteamericano desde noviembre de 2007 en la base aérea de Bagram, al norte de Kabul. El ejército norteamericano le mantiene detenido, sin juicio, a causa de sus supuestos contactos profesionales con los talibanes. "Pedimos al Secretario de Estado de Defensa norteamericano, Robert M. Gates, que intervenga en favor del joven reportero afgano quien, presumiblemente, es víctima de una detención arbitraria e injustificada, acentuada por la ausencia de procedimientos legales y pruebas materiales, lo que confirma que se trata de una detención injustificada. Tenemos interés en recordar que los contactos profesionales mantenidos por los periodistas con todas las partes en conflicto, y entre ellos los talibanes, no son ilegales", ha declarado Reporteros sin Fronteras. El ejército norteamericano tiene detenidos al menos a otros dos reporteros: Sami Al-Haj, camarógrafo del canal qatarí Al-Jazira, en Guantánamo, y Bilal Hussein, corresponsal de la agencia Associated Press, en Irak. Unos soldados norteamericanos detuvieron al periodista afgano, conocido con el pseudónimo de Jojo Yazemi, de 22 años, el 2 de noviembre de 2007 en la base aérea de Kandahar (Sur), donde se encontraban sus colegas canadienses de la CTV. Los soldados norteamericanos le acusaron de tener en su teléfono móvil los números de algunos responsables talibanes, y de haberles entrevistado. En una entrevista con Reporteros sin Fronteras su hermano, Siddique Ahmad, que pudo hablar con él en una videoconferencia el 29 de enero de 2008 gracias a la Cruz Roja Internacional, ha confirmado que a Jawed le han pegado y que ha perdido peso desde que se encuentra internado en la base de Bagram. La detención del periodista ha sido confirmada por su empresario canadiense. El centro de detención de la base aérea de Bagram ha recibido numerosas críticas por sus difíciles condiciones de detención, y por los malos tratos que en él reciben los presos. En 2005, un artículo del New York Times revelaba que dos detenidos, absueltos posteriormente, fueron golpeados de muerte por sus guardianes en 2002.