Cuando, el 5 de noviembre de 2007, la Asamblea General de Naciones Unidas debe dar vía libre a un paquete de reformas adoptadas por el Consejo de Derechos Humanos de Ginebra, Reporteros sin Fronteras hace un llamamiento a la vigilancia a los Estados miembros.
Cuando, el 5 de noviembre de 2007, la Asamblea General de Naciones Unidas debe dar vía libre a un paquete de reformas adoptadas por el Consejo de Derechos Humanos de Ginebra, Reporteros sin Fronteras hace un llamamiento a la vigilancia a los Estados miembros.
“En junio pasado, el Consejo de Derechos Humanos decidió entre otras cosas no renovar los mandatos de los relatores especiales de Cuba y Belarús, dos de los peores predadores de la libertad de prensa en el mundo. Desde entonces, otros países como Sudán y la República Democrática del Congo han pedido, a su vez, que finalicen los mandatos de los relatores especiales sobre la situación de los derechos humanos en sus respectivos países. Se puede temer que, poco a poco, esos relatores especiales -cuyo trabajo resulta esencial- estén destinados a desparecer. Pedimos a la Asamblea General que no avale esta práctica y que dirija un gesto enérgico al Consejo de Derechos Humanos”, ha declarado Reporteros sin Fronteras.
“Este Consejo, creado hará pronto un año y medio, todavía no ha demostrado su eficacia. Los regateos y las transacciones, entre los Estados que desacreditaron a la antigua Comisión, no han desparecido. Y la desaparición de algunos mandatos de relatores especiales es preocupante. Ahora es responsabilidad de la Asamblea General pedir cuentas al Consejo, y adoptar todas las medidas que sean necesarias para que ese órgano actúe finalmente en el sentido para el que fue creado: luchar contra las violaciones de los derechos humanos en el mundo”, ha añadido la organización.
Fue in extremis, en el último minuto del vencimiento de la fecha del 18 de junio de 2007 a media noche, fijado por la Asamblea General de la ONU, cuando el presidente saliente, el embajador mexicano Luis Alfonso de Alba, se presentó ante el Consejo en Ginebra para conseguir introducir a la fuerza su proyecto de reglas de funcionamiento del nuevo órgano. De Alba propuso que se aceptara su texto como un compromiso, mientras la mayoría de los delegados ni siquiera lo conocían. Entonces, el representante de Canadá criticó el trámite y pidió la apertura de un debate; lo que le fue negado por 46 votos frente a su única oposición.
Reporteros sin Fronteras está particularmente sorprendida por la decisión, del Consejo de Derechos Humanos, de suprimir los mandatos de los relatores de Cuba y Belarús. Este fracaso es el resultado de una deliberada política de obstrucción, de ambas dictaduras, con respecto a los relatores.
Situación de la libertad de prensa en Cuba
Desde que el 26 de julio de 2007 Raúl Castro asumió las funciones al frente del Estado cubano, reemplazando a su hermano Fidel, enfermo, han condenado a tres periodistas por “peligrosidad social pre delictiva”. Es el caso de Oscar Sánchez Madan, corresponsal del sitio Cubanet en la provincia de Matanzas, condenado a la pena de cuatro años de cárcel. Al periodista le juzgaron a puerta cerrada inmediatamente después de detenerle, en ausencia de miembros de su familia y sin posibilidad de que le defendiera un abogado. Raymundo Perdigón Brito, cofundador de la agencia independiente Yayabo Press, y Ramón Velázquez Toranso, de la agencia Libertad, también cumplen condenas de cárcel. Actualmente, la represión de los disidentes se traduce en maniobras intimidantes de la Seguridad del Estado (policía política), citaciones intempestivas en las comisarías y brutalidad policial. También está severamente reglamentado el acceso a los cibercafés.
Según la Comisión Cubana para los Derechos Humanos y la Reconciliación Nacional (ilegal aunque tolerada), en las prisiones de la isla hay actualmente 246 detenidos de opinión, entre los que se encuentran veinticuatro periodistas disidentes. Continúan padeciendo los malos tratos de sus guardianes y viviendo en condiciones insalubres, mientras su salud se ha degradado netamente.
Situación de la libertad de prensa en Belarús
Belarús ocupa el puesto 151 en la clasificación mundial de la libertad de prensa 2007, el peor de Europa. Es también una de las últimas dictaduras de tipo estalinista en el espacio europeo. Recientemente la policía llevó a cabo detenciones preventivas de periodistas en el fragor de una manifestación de la oposición. El monopolio estatal de la distribución de periódicos ha llevado a la práctica desaparición de la prensa independiente de los kioskos. El acoso administrativo es la herramienta preferida por las autoridades para reducir al silencio las voces disidentes. Embargo de ejemplares, negativa de registrar la dirección de un periódico, lo que de facto le supone infringir la ley en caso de que siga publicándose, no renovación de los alquileres, etc. Recientemente el Estado ha centrado su atención en Internet donde, según él, “reina la anarquía”. Se ha creado una comisión de juristas, con el fin de que proponga una serie de disposiciones para recuperar el orden en la Red, y el Presidente Lukachenko hizo una referencia explícita a China, como modelo de gestión de la Web.