Reporteros Sin Fronteras se asocia a la iniciativa del eurodiputado Jules Maaten (ALDE) quien presentará en el Parlamento Europeo, el 17 de julio de 2008, Reporteros sin Fronteras pide a los diputados que apoyen el proyecto que impediría que las empresas europeas del sector de Internet se vean forzadas a colaborar con los regímenes represivos en la censura y vigilancia de Internet.
Reporteros Sin Fronteras se asocia a la iniciativa del eurodiputado Jules Maaten (ALDE) quien presentará en el Parlamento Europeo, el 17 de julio de 2008, Reporteros sin Fronteras pide a los diputados que apoyen el proyecto que impediría que las empresas europeas del sector de Internet se vean forzadas a colaborar con los regímenes represivos en la censura y vigilancia de Internet. Inspirada en la “Global Online Freedom Act” norteamericana, permitiría que las empresas se doten de una serie de medidas comunes, para hacer frente a las demandas de los gobiernos que censuran Internet.
“Apoyamos el proyecto y pedimos a todos los diputados europeos que hagan lo mismo. La libertad de expresión no solo está en peligro por la colaboración de Yahoo! En China. También algunas empresas europeas se convierten en cómplices de los censores de la Red”, ha declarado la organización.
Por ejemplo, la empresa Telecom Italia posee una parte del operador cubano de telecomunicaciones ETECSA, que es el único proveedor de acceso disponible en la isla. Orange, el proveedor de acceso a Internet francés, está igualmente implicado en China, Vietnam o Egipto, que forman parte de los “Enemigos de Internet” censados por la organización. La empresa alemana KCC Europe también firmó en 2004 un acuerdo de colaboración exclusiva con Corea del Norte, para proporcionarle acceso a Internet.
La propuesta de Jules Maaten pide a las empresas que “asuman sus responsabilidades en relación con los principios de la Declaración Universal de los Derechos Humanos”, y entre otras cosas les sugiere que alojen sus servidores fuera de los países represivos.
“Las empresas del sector de Internet argumentan que tienen que someterse a las leyes locales de los países con los firman acuerdos, porque sus servidores están situados en dichos territorios. Pero, con mucha frecuencia, esas leyes violan los textos internacionales que garantizan la libertad de expresión. La GOFA europea es una alternativa a esa obligación, que para los gobiernos represivos supone frecuentemente un medio de conseguir información privada de sus clientes, y detenerles”, ha añadido la organización.
Aprobada por el comité de asuntos exteriores de la Cámara de Representantes, en Estados Unidos la GOFA cuenta con el apoyo de republicanos y demócratas, encabezados por el diputado Christopher Smith. Solo espera ser aprobada en la Cámara, una vez que el comité de energía y comercio ha renunciado a su derecho a examinar dicha propuesta de ley. Fue concebida con el mismo espíritu que la “Foreign Corrupt Practices Act”, aprobada por el Congreso en 1977, para terminar con los intercambios financieros ilegales entre empresas norteamericanas y gobiernos corruptos. La ley consiguió toda su amplitud una vez que, en 1988, fue aprobada por la Organización para el Comercio y el Desarrollo Económico (OCDE).
En su versión europea, la GOFA tiene el objetivo de prevenir las posibilidades de censura en la Red y regular las actividades, potencialmente liberticidas, de las empresas europeas del sector de Internet. Permitiría la creación de una Oficina de las Libertades en Internet (Office of Global Internet Freedom), encargada entre otras cosas de combatir la censura en Internet, impuesta por los gobiernos más represivos, y garantizaría la protección de los datos personales de los usuarios.