Ante la oleada de terror que, desde el comienzo de este mes, afecta a Ciudad Juárez (Norte), en la que los periodistas se cuentan entre sus víctimas, Reporteros sin Fronteras considera que es más necesaria que nunca una actuación de la comunidad internacional. Con carácter de urgencia, la organización pide a las autoridades fronterizas de Estados Unidos que adopten las medidas humanitarias que necesitan los periodistas obligados al exilio. Precisamente en relación con esto, la organización pide la libertad inmediata de Emilio Gutiérrez Soto, detenido desde el pasado mes de junio en El Paso (Texas), en principio durante el tiempo que dure el estudio de su demanda de asilo, después de que pasara la frontera sin autorización. Un representante de Reporteros sin Fronteras va a visitarle este 20 de noviembre.
“Las libertades fundamentales, empezando por la de informar, resultan palabras vanas en una situación que está pidiendo la intervención de la comunidad internacional en favor del mantenimiento de la paz y la lucha contra la impunidad. Un compromiso que tiene que contar con la ayuda humanitaria de otros países, y en particular de Estados Unidos y Canadá, que deben hacerse a la idea de ver llegar a periodistas pidiendo su protección y no pueden ignorar los riesgos que corren en su país, y aun menos considerarles como una amenaza. Por eso resulta sorprendente e incomprensible la prolongada detención de Emilio Gutiérrez, a petición de los servicios de inmigración de Estados Unidos”, ha declarado Reporteros sin Fronteras.
Víctima de amenazas de muerte atribuidas a unos militares, Emilio Gutiérrez, corresponsal del periódico El Diario en Ascensión (Estado de Chihuahua, cuya capital es Ciudad Juárez), tuve que exiliarse de urgencia, con su hijo de 15 años, el pasado 15 de junio. Tras presentarse a una patrulla estadounidense de inmigración, el periodista y su hijo fueron inmediatamente detenidos. Aunque su hijo ha quedado en libertad, y vive en casa de unos familiares, y a pesar de que el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados en materia de asilo ha recordado recientemente sus principios, Emilio Gutiérrez continúa en la cárcel. Su detención podría prolongarse varios meses, ya que la audiencia prevista para este 20 de noviembre se ha retrasado hasta el mes de marzo de 2009.
E
mpleado del mismo diario, Armando Rodríguez Carreón fue asesinado el 13 de noviembre delante de su domicilio de Ciudad Juárez. En los funerales del periodista, Jorge Luis Aguirre, director del periódico digital La Polaka, escuchó como le decían en su teléfono móvil “tú serás el próximo”, lo cual lo llevo a decidir a marcharse a Estados Unidos, con su familia. En cuanto a Luis Horacio Nájera, corresponsal del diario nacional Reforma, lleva un mes refugiado en Canadá. El director general de Reforma, Alejandro Junco de la Vega, anunció haces unos meses públicamente su decisión de autoexiliarse por cuestiones de seguridad en Estados Unidos.
En mayo de 2007, Claudio Tiznado, reportero del periódico Géneros, de Hermosillo (Estado de Sonora, Noroeste), solicitó asilo en Tucson (Arizona), pero su solicitud no prosperó y después de varios meses desistió, regresando al país. Lo mismo ocurrió a Misael Habana, que conducía en el canal privado nacional Televisa el programa “Noticiero Al Tanto” junto con Amado Ramírez, asesinado en Acapulco (Estado de Guerrero, Suroeste), el 6 de abril de 2007. Misael Habana solicitó asilo a Canadá y al ver que el procedimiento era largo desistió en su intento.
En fechas recientes, por lo menos seis periodistas de distintos medios de comunicación en Ciudad Juárez, han sido amenazados. Por evidentes razones de seguridad, Reporteros sin Fronteras no hace públicos los nombres de los periodistas en cuestión, pero está dispuesta a comunicárselos a las instancias internacionales competentes.
La ofensiva puesta en marcha por las autoridades federales contra el narcotráfico, desde la llegada a la presidencia de Felipe Calderón en 2006, ha generado una respuesta sin precedente del crimen organizado. Hasta el momento no ha conseguido erradicar la infiltración en las administraciones de los Estados, e incluso federales. Desde el comienzo del año, esta guerra no declarada ha causado ya la muerte de más de 4.000 personas en todo el territorio mexicano.
En México han matado a 44 periodistas desde 2000, la mitad de los cuales cayeron por las balas del crimen organizado, y hay 8 desaparecidos desde 2003. El país cuenta con dos presos en circunstancias no claras :
Jesús Lemus Barajas, director del diario regional El Tiempo en el Estado de Michoacán (Sudoeste), detenido por presunto “narcotráfico” - terreno en el que investigaba- desde el 7 de mayo, y Roberto Tepepexteco Hipólito, del diario El Debate de los Calentanos en el Estado de Guerrero, arrestado y detenido el 6 de septiembre, después de cubrir un enfrentamiento entre presuntos narcotraficantes y agentes federales.
En el nivel más alto de peligrosidad para los profesionales de los medios del continente, por delante de Colombia, México figura en el lugar 140, entre 173 países, en la última clasificación mundial de la libertad de prensa, elaborada por Reporteros sin Fronteras.