Las sentencias dictadas a principios de abril contra tres disidentes, entre los que cabe citar a los periodistas independientes Miguel Galván Gutiérrez (26 años de prisión) y José Ubaldo Izquierdo Hernández (16 años de prisión), han sido confirmadas en apelación el 3 de junio por el Tribunal Supremo Popular.
Las sentencias dictadas a principios de abril contra tres disidentes, entre los que cabe citar a los periodistas independientes Miguel Galván Gutiérrez (26 años de prisión, foto) y José Ubaldo Izquierdo Hernández (16 años de prisión), han sido confirmadas en apelación el 3 de junio por el Tribunal Supremo Popular.
"Deploramos que el gobierno cubano se niegue a escuchar las protestas internacionales que reclaman la liberación de los setenta y cinco disidentes detenidos a finales de marzo, entre los que figuran veintiséis periodistas independientes", ha declarado Robert Ménard, secretario general de Reporteros sin Fronteras.
"Ahora tememos que tampoco se acepte el recurso contra las condenas dictadas contra los demás periodistas encarcelados. El gobierno ha iniciado un proceso de política cada vez más represiva como demuestra la dureza de la penas impuestas: hasta veintiocho años de cárcel para simples delitos de opinión", ha añadido la organización.
Asimismo, Reporteros sin Fronteras denuncia las nuevas sanciones aplicadas a los periodistas y a sus familias desde que fueron condenados. La mayoría de las familias sólo pueden visitar a los periodistas cada tres meses en lugar de aplicarse el plazo reglamentario de veintiún días. Una medida que se añade al traslado de los periodistas a prisiones situadas a cientos de kilómetros de su domicilio, lo que dificulta y encarece el desplazamiento.
Según la página web cubanet.org, el 21 de mayo, la mujer del periodista Pedro Argüelles Morán sólo fue informada de que su marido había sido transferido a la prisión de Combinado del Este situada en La Habana, unos 270 kilómetros más lejos de su domicilio de Morón, cuando llegó a la prisión de la ciudad de Santa Clara (Centro Oeste), el lugar presumido de detención del periodista. El 3 de junio, la agencia de prensa rusa Prima News nos reveló que, junto con otros disidentes encarcelados, el periodista Adolfo Fernández Sainz había iniciado una huelga de hambre para que se respete su derecho de recibir visitas de sus familias con mayor frecuencia.
Asimismo, las condiciones de detención de varios de los periodistas son deplorables. Al menos cinco de ellos podrían estar enfermos. Reporteros sin Fronteras se preocupa particularmente por el estado de salud de Oscar Espinosa Chepe (foto) que padece graves problemas hepáticos y una hemorragia gastrointestinal. La organización solicita su traslado a un hospital de La Habana. El 31 de mayo, tras importantes protestas internacionales, fue trasladado de la prisión de Guantánamo, donde permanecía encarcelado, a un hospital de Santiago de Cuba. Según su mujer, Miriam Leiva, este traslado es una "farsa" porque las condiciones sanitarias del hospital no son mejores que las de la prisión de Guantánamo. "Alli, ni siquiera le suministran los medicamentos
(que les he traido para él)", añade Leiva, que sigue reclamando su traslado a un hospital de La Habana. Asimismo, la audiencia del recurso contra la sentencia dictada contra Espinosa Chepe (20 años de prisión) se celebró el 4 de junio por la mañana. El veredicto está siendo deliberado.
En mayo, unos doce periodistas independientes que decidieron continuar con su trabajo tras la ola de represión han sido amenazados a ser condenados a duras penas de prisión por representantes de las fuerzas del orden público si no dejan de ejercer su actividad periodística.
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