Reporteros sin Fronteras condena las medidas de represalia anunciadas por el gobierno israelí contra la BBC
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Reporteros sin Fronteras deplora y condena la actitud del gobierno israelí que, el 1 de julio de 2003, anunció su decisión de "cortar toda relación" con la radiotelevisión británica BBC, acusándola de "demonizar sistemáticamente" a Israel y de difundir reportajes "que rozan el antisemitismo".
"El gobierno israelí soporta mal la libertad editorial de algunos medios de comunicación, cuando no sirven a sus propios intereses. Su decisión de condenar al ostracismo a un medio independiente y reconocido como la BBC es más que lamentable, absurda. Se trata de una actitud indigna de un gobierno que pretende haber integrado los presupuestos y las virtudes de la libertad de prensa", ha declarado Robert Ménard, secretario general de la organización, quien añadió: "Las acusaciones lanzadas contra la BBC son tan indignas como patéticas".
Las medidas de represalias contra la BBC (boicot de los oficiales israelíes al canal, dificultades en aumento para los periodistas que viajen al país) fueron anunciadas después de que el canal emitiera recientemente un reportaje sobre el programa nuclear del Estado hebreo, titulado "El arma secreta de Israel".
El gobierno israelí anunció igualmente que va a presionar, a través de su embajador en Australia Gaby Levy, al canal nacional australiano ABC (Australian Broadcasting Corporation), que tiene intención de emitir el controvertido documental, en una fecha aun sin determinar.
En 2002, una querella entre los oficiales israelíes y el canal norteamericano CNN estuvo a punto de degenerar, y desembocar en la pérdida de la banda de satélite del canal en Israel. Ya entonces el ejército israelí acusaba, en términos a veces violentos, a la CNN y a la BCC, por su cobertura "pro palestina" de la situación en Oriente Próximo.
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20.01.2016