Depredador(a)
Mohamed BIN SALMÀN
Príncipe heredero desde el 21 de junio de 2017
Depredador desde 2017
Arabia Saudita, 170°/180 en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa
MÉTODO DE DEPREDACIÓN: la barbarie sin límite
Desde que su anciano padre lo nombró sucesor, el príncipe Mohamed Bin Salmán (MBS) ha concentrado todo el poder en sus manos y se ha encontrado de facto al frente de una monarquía que no tolera los medios libres. El reino es una de las mayores cárceles del mundo para los periodistas y los procedimientos judiciales son completamente opacos. Muchos de ellos no tienen elementos que les permitan saber de qué se les acusa. En cuanto a aquellos de los que sí se conocen los motivos, los cargos oficiales van desde “perjudicar la reputación del reino” hasta “insultar a la monarquía”, pasando por la “colaboración con entidades extranjeras”. Todo vale cuando se trata de perseguir a los periodistas: espionaje, amenazas, secuestro, tortura, abuso sexual, confinamiento en solitario, negligencia médica y privación del contacto con sus familiares. El terrible asesinato del columnista de The Washington Post Jamal Khashoggi, descuartizado en el consulado saudí en Estambul, ha asestado un golpe fatal a cualquier atisbo de crítica, además de mostrar toda la brutalidad de la represión contra los periodistas independientes, incluso más allá de las fronteras del reino.
OBJETIVOS PREDILECTOS: los periodistas reformistas
Entre los 30 periodistas encarcelados en Arabia Saudí, hay personalidades mediáticas con muchos seguidores en las redes sociales, sobre todo en Twitter, y con un gran potencial de influencia. Otros son presentadores que han cometido el error de impulsar indirectamente reformas al abordar temas delicados en sus programas y propiciar que se abra el debate. Las blogueras especializadas en derechos de las mujeres que han denunciado la tutela masculina o que han mostrado solidaridad con sus hermanas encarceladas antes que ellas también han acabado entre rejas. Por último, el caso del bloguero Raif Badawi, preso desde el 17 de junio de 2009 por "insultar al islam", encarna en sí mismo el grado de conservadurismo en el que permanece el país.
DISCURSO OFICIAL: responsable, pero no culpable
“Cuando funcionarios que trabajan para el gobierno saudí cometen un crimen contra un ciudadano saudí, tengo que asumir la responsabilidad como líder. Fue un error y debo tomar todas las medidas para evitarlo en el futuro”. (MBS, al ser preguntado por la CBS sobre el asesinato de Jamal Khashoggi, el 30 de septiembre de 2019).
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