Proceso Manning: el acceso de los medios de comunicación, una cuestión crucial
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Reporteros sin Fronteras acoge con relativa satisfacción la decisión de la coronel Denise Lind, juez del distrito militar de Washington que presidirá el juicio de Bradley Manning, de autorizar que dos taquígrafos transcriban partes del proceso.
Esto, gracias a la iniciativa de la Freedom of the Press Foundation. Cuando se abrió el proceso, el 3 de junio pasado, esta organización, junto con otros 22 grupos de prensa y asociaciones de defensa de la libertad de información, firmó una carta en la que se hacía esa petición a la presidenta de la corte marcial de Fort Mead (Maryland), encargada de juzgar al soldado. La carta recuerda, sin embargo, que se trata de una solución por default, ya que inicialmente la jurisdicción recibió 350 solicitudes para cubrir el proceso y sólo otorgó 70 acreditaciones.
“Una corte marcial no puede ser ajena al principio de difusión de los debates judiciales, en vigor en todo Estado considerado democrático. Asimismo, es incomprensible que no se haya previsto ninguna transcripción oficial para este proceso, a fortiori, en un caso de interés público de esta importancia. La presencia de dos taquígrafos constituye una garantía, cierto, pero bastante débil si se consideran las restricciones impuestas en este juicio”, declaró Reporteros sin Fronteras.
La remuneración de los taquígrafos, cuyo costo se calcula ascenderá a entre 60.000 y 120.000 dólares, no está a cargo del tribunal militar. Ésta depende de una suscripción creada por la Freedom of the Press Foundation, que ha reunido hasta la fecha 70.000 dólares. Por otra parte, relegados fuera de la sala del tribunal, en un salón reservado a la prensa, los taquígrafos no tendrán acceso a todos los debates, pues la misma Denise Lind estableció que, de 150 testigos, la audiencia de 24 de ellos será a puerta cerrada.
Bradley Manning, presunto informante del sitio web WikiLeaks, es juzgado por haber trasmitido a este sitio un famoso video de un bombardeo del ejército estadounidense sobre Bagdad en 2007, en el que murieron dos empleados de la agencia informativa Reuters. Bradley Manning es uno de los seis “informantes” (whistleblowers) juzgados por el gobierno de Obama con base en la Ley de Espionaje (Espionage Act) del 1917 por filtración de información confidencial a medios informativos. Se espera que su proceso concluya el próximo 23 de agosto.
“La caza de fuentes informativas nunca había sido tan intensa en el país de la Primera Enmienda. El efecto desastroso producido por el reciente caso de obtención de los registros telefónicos de la Associated Press relanza el debate sobre una ley a escala federal que garantice a los periodistas la protección de sus fuentes. Pero, ¿qué fuentes se atreverán a confiarse a periodistas sobre temas delicados y casos de interés público si de forma paralela a la adopción de tal ley el proceso de Bradley Manning sirve para poner ejemplo?”, se interroga Reporteros sin Fronteras.
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20.01.2016