Primer aniversario de la muerte de Anna Politkovskaya: Reporteros sin fronteras rinde homenaje a los periodistas rusos asesinados y expone 18 ataudes en la explanada de los derechos humanos
Para honrar la memoria de la periodista asesinada hace un año en Moscú, el 5 de octubre se han concentrado militantes de Reporteros sin Fronteras en la explanada de los derechos humanos del Trocadero (París). Se han expuesto dieciocho ataúdes, uno por cada uno de los periodistas a los que han matado en Rusia desde la llegada al poder de Vladimir Putin.
Foto : AFP
Un año después de su asesinato en Moscú, ocurrido el 7 de octubre de 2006, Reporteros sin Fronteras ha rendido homenaje a Anna Politkovskaya y a todos los periodistas rusos muertos a causa de su actividad profesional. El 5 de octubre de 2007, en la explanada de los derechos humanos del Trocadero, en París, la organización ha desplegado el retrato de Vladimir Putin, condecorado con la Legión de Honor, y el de la periodista de Novaya Gazeta, acompañados de dieciocho ataúdes que representan a los dieciocho periodistas que han matado en Rusia desde la llegada al poder del Jefe del Estado, en marzo de 2000.
“Hacemos un llamamiento a las autoridades rusas para que no designen culpables circunstanciales en este caso. Desde hace varias semanas la investigación ha dado un giro inquietante, y esperamos que se celebre un juicio en cuanto sea posible. Luchar contra la impunidad de los asesinos de periodistas en Rusia sigue siendo una prioridad”, ha declarado Reporteros sin Fronteras.
“No nos olvidamos de Anna, ni de los otros diecisiete periodistas muertos en el transcurso de los últimos siete años, y haremos todo lo posible para que se les rinda justicia”, ha añadido la organización.
Por otra parte, el 6 de octubre de 2007 Rama Yade, Secretaria de Estado encargada de Asuntos Exteriores y Derechos Humanos, se sumará a todos cuantos desean que se conozca la verdad en este caso depositando una ofrenda floral en el Memorial de los Reporteros de Bayeux, al pie de la estela que lleva el nombre de la periodista. “No es solo una vida arrancada, es que han matado a la verdad”, recordará delante de los habitantes de la ciudad, reunidos para la ocasión. El lugar es tanto más simbólico porque la primera piedra del Memorial de Bayeux se puso el mismo día del asesinato de Anna Politkovskaya, el 7 de octubre de 2006.
Para celebrar la memoria de la periodista, Reporteros sin Fronteras ha participado en la inauguración, auspiciada por la alcaldía de Roma, de una plaza que lleva el nombre de la periodista. En Perpignan, el Consejo Municipal bautizó, el 24 de septiembre, un espacio verde con el nombre de Anna Politkovskaya. Finalmente en Berlín, el 7 de octubre, la organización tomará parte en una concentración delante de la Embajada de Rusia.
La investigación sobre la muerte de la periodista especialista en Chechenia ha tomado un nuevo cariz con las declaraciones que, el 2 de octubre, hizo Alexandre Bastrykine a Izvestias, en las que presentaba a un antiguo responsable chechenio, Chamil Burayev, como el principal organizador. El 27 de agosto, el fiscal general Yuri Tchaika había anunciado la detención de otros diez sospechosos.
La hipótesis que maneja la Fiscalía General es la de un asesinato llevado a cabo por un grupo mafioso chechenio, con ayuda de colaboradores pertenecientes a las fuerzas del orden. El autor intelectual podría estar en el extranjero, según los investigadores. Sin embargo, el hecho de que en las últimas semanas se hayan multiplicado las declaraciones contradictorias, en su mayoría no confirmadas, arroja una sombra de duda más sobre la voluntad de las autoridades para aclarar realmente el crimen.
Anna Politkovskaya era de una de las pocas periodistas rusas que cubrían los acontecimientos en Chechenia. Tenía que publicar un artículo sobre las torturas en esa región, apoyado con fotos, en la edición del 9 de octubre de 2006 de Novaya Gazeta, bisemanal en el que trabajaba.
El 22 de septiembre de 2006 Vladimir Putin recibió las insignias de la Gran Cruz de la Legión de Honor, por los “servicios rendidos a Francia y a las causas que defiende”. Reporteros sin Fronteras lo denunció ante el Consejo de Estado, indicando que se trataba de una “decisión indigna de Francia” y pidió que se anulará la concesión. Su demanda fue rechazada.