Polonia: el despido de cuatro periodistas apuntala la “repolonización” de los medios
Reporteros sin Fronteras (RSF) pide la reincorporación de cuatro redactores jefe del grupo de medios de comunicación regionales polacos Polska Press, que fueron despedidos por la compañía petrolera controlada por el Estado que adquirió el grupo, a pesar de que un tribunal de la competencia ha congelado la adquisición. RSF también pide al organismo de control de la competencia de Polonia que garantice la anulación de su despido.
El despido en abril de los cuatro periodistas ha confirmado los temores de que la adquisición de Polska Press por parte de PKN Orlen, controlada por el Estado, amenace la independencia del grupo mediático. Entre los designados para sustituirles hay periodistas que trabajaban en TVP, la televisión pública, convertida en un medio de propaganda del partido conservador en el poder, Ley y Justicia.
Es evidente que el gobierno utiliza la empresa pública para llevar a cabo su objetivo declarado de “repolonizar” los medios de comunicación privados, con el fin de influir en su política editorial o, por decirlo más claramente, censurarlos.
Los despidos van en contra de la decisión de un tribunal regional de Varsovia, del 8 de abril, que suspendía la adquisición a la espera del resultado de un recurso del Comisario de Derechos Humanos, Adam Bodnar, por considerar que la operación amenaza el derecho a una información fiable y podría facilitar la presión política sobre los medios de comunicación. La sentencia prohíbe a PKN Orlen tomar cualquier decisión que afecte al grupo de medios de comunicación en ausencia de la aprobación judicial definitiva de la compra.
“El despido de los redactores jefe de Polska Press demuestra que el gobierno está dispuesto a proseguir con la repolonización a cualquier precio, incluso a costa de ignorar las decisiones judiciales”, afirma Pavol Szalai, jefe del área UE y Balcanes de RSF. “Instamos a que la empresa PKN Orlen anule sus decisiones de injerencia en las redacciones y se abstenga de hacer cualquier otra, tal y como pide el organismo de la competencia, a quien pedimos que garantice que así sea”.
La Oficina de Competencia y Protección del Consumidor de Polonia (UOKiK) no intervino cuando PKN Orlen empezó a hacer nombramientos en las redacciones de Polska Press. Las dudas sobre la independencia del organismo de control de la competencia han aumentado después de que aprobara la adquisición al grupo alemán Verlagsgruppe Passau de Polska Press, por parte de PKN Orlen. Además, anteriormente había bloqueado la compra de Radio Eurozet por parte de Gazeta Wyborcza, un periódico independiente constantemente acosado por Ley y Justicia.
Mientras tanto, también crece la preocupación de que el partido gobernante pueda hacerse con el control de la Oficina del Comisario de Derechos Humanos. El mandato del actual Comisario finaliza en julio y el “Sejm”, la cámara baja del parlamento polaco en la que el Ejecutivo tiene mayoría, ya ha elegido a un miembro de Ley y Justicia como su sucesor, una decisión que aún debe ser confirmada por el Senado, controlado por la oposición. En caso de desacuerdo entre las dos cámaras del Parlamento, un reciente veredicto del Tribunal Constitucional permite al “Sejm” eludir al Senado en la elección del representante de la Oficina del Comisario de Derechos Humanos y, lo que es más grave, reducir las atribuciones de la Oficina en materia de competencia, que suspendió la adquisición de Polska Press por parte de PKN Orlen.
Polonia ocupa el puesto 64 de 180 países en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2021 de RSF, perdiendo dos puestos desde el año pasado.