A pesar del impresionante despliegue policial, Reporteros sin Fronteras ha movilizado ampliamente, al paso de la antorcha por París, en favor de los derechos humanos en China
El 7 de abril de 2008 Re porteros sin Fronteras se ha manifestado, a partir del mediodía, al pie de la Torre Eiffel, punto de partida de la antorcha olímpica, para protestar por las violaciones de los derechos humanos en China y en Tibet.
Reporteros sin Fronteras se felicita por la movilización en favor de los derechos humanos y la libertad de expresión en China, que se ha manifestado ampliamente con ocasión del paso de la antorcha olímpica por París, el 7 de abril de 2008. La organización ha conseguido desplegar unas banderas gigantes de la campaña Pekín 2008 en la Torre Eiffel, la Avenida Marceau, los Campos Eliseos, el Puente de las Artes y el muelle Malaquais, la fachada de Notre-Dame y muy cerca del estadio Charléty, sede del Comité Nacional Olímpico y Deportivo Francés (CNOSF).
“A lo largo de esta jornada en ningún momento nos ha faltado el apoyo del público parisino y queremos hacer patente nuestro agradecimiento a todas las personas que se han agrupado en torno a nuestros eslóganes en favor de los derechos humanos y la libertad de expresión en China. Esta movilización no era en absoluto evidente, habida cuenta el exorbitante dispositivo policial puesto en marcha para garantizar la seguridad del trayecto de la antorcha, y las consignas dadas a las fuerzas del orden de mostrarse extremadamente firmes. Las autoridades chinas no pueden seguir ignorando las llamadas a la libertad de los presos políticos, y a un diálogo sobre Tibet. También los jefes de Estado y de gobierno deben tener en cuenta esta movilización, boicoteando la ceremonia de inauguración de los Juegos, el 8 de agosto”, ha declarado Reporteros sin Fronteras.
Estrechamente vigilada, la antorcha olímpica inició el recorrido hacia las 12,30 horas en la Torre Eiffel. De inmediato, miles de simpatizantes de Reporteros sin Fronteras y de la causa tibetana se reunieron a lo largo del trayecto mientras tres alpinistas desplegaban, en uno de los pilares de la Torre Eiffel, una bandera con los colores de la campaña Pekín 2008. Los militantes fueron violentamente detenidos. Los tres alpinistas de la Torre Eiffel fueron desalojados por los bomberos, que retiraron la bandera del pilar. Quedaron en libertad dos horas más tarde.
Los policías, muy tensos, procedieron a efectuar múltiples confiscaciones de banderines, pancartas de Reporteros sin Fronteras y ejemplares del diario Libération, que llevaba en primera el titular “Liberad los JJOO”, y una ilustración de las cinco esposas colocadas en forma de aros olímpicos. Estas escenas tuvieron lugar especialmente en los accesos a la sede de France Télévisions.
Poco antes, algunos militantes de la causa tibetana consiguieron apagar la antorcha, obligando a los organizadores a trasladarla en un autobús.
En la tercera plata de un inmueble de los Campos Eliseos, donde la antorcha fue abucheada por una importante multitud, se exhibió otra bandera de Reporteros sin Fronteras. También se colgó una pancarta en un inmueble de la Avenida Marceau. En el Ayuntamiento, los opositores al régimen chino sobrepasaban en número a los hinchas de los Juegos Olímpicos.
Cuatro militantes de Reporteros sin Fronteras, entre los que se encontraba el secretario general Robert Ménard, desplegaron una pancarta de 8x8 metros en la fachada de Notre-Dame de París. En la explanada se habían concentrado manifestantes que gritaban “Libertad en China, libertad en Tibet”.
También se dejaron oír algunas voces entre la clase política. El diputado Bruno Leroux explicó, en nombre del Partido Socialista, que eran bienvenidas todas las protestas no violentas. La jefa de filas de Movimiento Demócrata (Modem) en París, Marielle de Sarnez, que participaba en las manifestaciones, pidió al gobierno una postura resuelta sobre la cuestión de los derechos humanos. En el transcurso de los múltiples incidentes, que comenzaron incluso antes de la salida de la antorcha, la policía detuvo a cinco personas, entre las que se encontraban Mireille Ferri, vicepresidenta del Consejo Regional de Ile-de-Frace, y el diputado Verde Sylvain Carel. Cerca de cuarenta diputados, procedentes de todos los grupos políticos, se manifestaron delante de la Asamblea Nacional por el respeto de los derechos humanos en Tibet. También allí, las fuerzas del orden confiscaron banderines de la campaña Pekín 2008 y banderas tibetanas, enarboladas por algunas personas que acudieron a unirse a los políticos.
La antorcha no abandonó el autobús desde la Asamblea Nacional hasta el Estadio de Charléty, donde finalizó el recorrido. El símbolo olímpico hizo su entrada en el estadio entre abucheos. De nuevo, las fuerzas del orden confiscaron banderines de Reporteros sin Fronteras y banderas tibetanas, no permitiendo que en la vía pública se exhibiera otra cosa que banderas chinas o efigies de la competición (patrocinadores, logotipos de los Juegos). Los opositores al régimen chino que se negaban a entregar sus emblemas fueron inmovilizados y esposados.