Pena reducida para una militante de los derechos humanos obligada a comprometer a unos periodistas

El 12 de junio de 2007, el tribunal de apelación de Andijan redujo considerablemente la condena impuesta a la militante de los derechos humanos Gulbahor Turaeva, médico y madre de cuatro niños, condenada el 24 de abril a seis años de cárcel. Se la consideró culpable de un intento de derrocar el sistema constitucional (artículo 159 del código penal), calumnia y distribución de documentos amenazantes para el orden público. La pena ha quedado reducida a tres años de cárcel, con el cumplimiento aplazado. “A pesar del diálogo iniciado con la Unión Europea, el régimen de Tachkent no ha efectuado ningún progreso en materia de derechos humanos, desde la masacre de Andijan. Resulta escandaloso el método al que las autoridades han recurrido, por segunda vez en pocas semanas. Con la excusa de la clemencia, obligan a algunos militantes a renegar de sus convicciones y a comprometer a sus colaboradores: no se trata solamente de condenar a una pena grave a un acusado sino de empujarle a renegar de las causas que defendía, y arrojar a sus colaboradores al descrédito”, ha declarado la organización de defensa de la libertad de prensa. La puesta en libertad, el 12 de junio, de Gulbahor Turayeva se produjo después de que hiciera unas inesperadas declaraciones: “Agradezco al tribunal su clemencia, su humanidad y el respeto que me ha manifestado. Ahora voy a buscar un nuevo trabajo, probablemente trabajaré para el Estado. Prometo que nunca más infringiré la ley”. Gulbahor Turayeva implicó a continuación a varios periodistas independientes, que huyeron de Uzbekistán tras los sucesos de Andijan. Se trata del periodista alemán Marcus Bensmann y de Galima Bukharbaeva, periodista y ex directora, de 2000 a 2005, del Institute for War and Peace Reporting en el país. Según Galima Bukharbaeva, quedan muy pocos periodistas independientes trabajando en Uzbekistán: el régimen de Tachkent ha conseguido “una vez más degradar” a una persona que estaba comprometida contra el Estado. Gulbahor Turaeva y Galima Bukharbaeva se conocían bien; ambas estuvieron presentes en Andijan en 2005. La periodista, que ahora trabaja en Uznews.net describe a Gulbahor Turaeva como una persona fiable, de confianza. Miembro de la organización no gubernamental Anima-kor, que trabaja en la protección de los derechos de médicos y pacientes, formaba parte de los testigos clave que cuestionaron la versión oficial de la masacre de Andijan, ocurrida en mayo de 2005, y había ayudado a confeccionar la lista de las personas que murieron en aquellos sucesos. Uzbekistán sigue siendo uno de los Estados más represivos de Asia Central.
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Updated on 20.01.2016