Oriente Medio / África del Norte
Organización:
Las rebeliones árabes y su impacto en la clasificación de la libertad de prensa
Las rebeliones árabes y las medidas de control de la información que tomaron las autoridades de los países concernidos influyeron fuertemente en la clasificación de los países de la zona de Oriente Medio y África del Norte (MENA). De Marruecos a Bahréin, pasando por Yemen, pocos países escaparon a esta ola de levantamientos populares a favor de cambios democráticos, ampliamente reprimidos. Si algunos predadores de la libertad de prensa y enemigos de Internet cayeron, otros continúan en su sitio. Las transiciones iniciadas no han conducido forzosamente a que exista un mayor pluralismo. La mayor parte de las evoluciones registradas en 2011 tienden a la baja. Por otra parte, conviene subrayar lo frágiles que son las libertades ganadas y que pueden desaparecer muy fácilmente. Países donde las rebeliones provocaron cambios políticos Túnez subió en la clasificación, pasó del lugar 164 al 134, debido al final de la represión ejercida por el régimen de Zine el Abidine Ben Ali contra los profesionales de la información, a la emergencia de un verdadero pluralismo de opinión a través de la prensa escrita y al fin, al menos de momento, de una política de filtraje masivo y sistemático de Internet. Los recientes nombramientos de los funcionarios responsables de los medios de comunicación públicos nos recuerdan que es posible un retroceso. Libia también progresó en la clasificación, pero en menor medida; pasó del lugar 160 al 154. Tras la revuelta que vivió el país a partir de febrero de 2011, presenciamos una explosión del número de medios de comunicación, principalmente en el este del país, antes de que esta fiebre de pluralismo triunfara al oeste, con la liberación de Trípoli a finales de agosto. Los diarios, las radios y los canales de televisión se multiplicaron como hongos. No obstante, Libia pagó el peso de numerosas exacciones cometidas contra los profesionales de la información durante este conflicto. Si el proceso de democratización instaurado continúa y el pluralismo y la independencia de los medios de comunicación se demuestran con hechos y a lo largo del tiempo, Libia debería avanzar posiciones en las próximas clasificaciones. Países donde aún existe represión o donde los cambios siguen siendo superficiales La mayoría de los países bajaron en la clasificación debido a las medidas de control de la información empleadas a fin de imponer un silencio mediático sobre la represión que se llevaba a cabo. Egipto, que perdió 39 lugares (este año ocupa el 166º, el pasado tenía el 127º), desciende por la represión de diferentes fases revolucionarias sucesivas, primero por el régimen de Hosni Mubarak, y después por el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas. La caza de periodistas extranjeros durante tres días a inicios de febrero, las citaciones, las detenciones y condenas de profesionales de la información y de blogueros ante jurisdicciones militares, así como los registros sin orden de cateo, degradaron de forma severa el lugar del país en la clasificación. El Reino de Bahréin cayó en las profundidades, perdiendo 29 lugares y entrando así en el grupo de los diez países más cerrados y represivos del mundo. Desde febrero se vivió una represión sistemática de los periodistas bahreiníes y extranjeros. Se ha empleado todo un arsenal de medidas para que circule la mínima información posible sobre la situación del país. En paralelo, las autoridades usaron ampliamente los medios de comunicación para difundir su propaganda progubernamental. La creación de una comisión de investigación independiente no puso fin a las exacciones cometidas contra los periodistas, sólo contribuyó a que no se hable más de Bahréin tras los compromisos de las autoridades. Respecto a Yemen, sólo descendió un lugar (ocupa el 171º; en 2010 tenía el 170º), pese a la violencia ejercida por las fuerzas del orden contra los manifestantes y los periodistas que cubren estas protestas. La situación de la libertad de prensa en Yemen ya era muy preocupante. El país ha perdido 16 lugares desde 2008, inicio de una clara degradación de la situación de la libertad de prensa. La iniciativa del Consejo de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo, para que Ali Abdula Saleh dejara la presidencia, firmada el 23 de noviembre pasado, no cambió en nada la situación, y está lejos de hacerlo. Siria, que ya de por sí tenía una posición muy baja en la clasificación los años precedentes, retrocede aún un poco más, pasando del lugar 173º al 176º, a las puertas del ‘trío infernal’. La situación en Siria tuvo consecuencias en su vecino Líbano, cuyo gobierno cooperó un poco con el régimen de Damasco en la persecución de periodistas y blogueros disidentes sirios en su territorio. Arabia Saudita perdió sólo un lugar (ocupa el 158º, antes tenía el 157º). Esto, pese a la manera en que las autoridades organizaron un silencio mediático respecto a las manifestaciones en las regiones del este del país, de mayoría chiita, y su represión. Pero el país se encuentra ya en la parte baja de la clasificación debido a la ausencia de pluralismo y al fuerte nivel de autocensura de los periodistas. Recaída de algunos países Irak había ascendido durante varios años consecutivos en la clasificación de la libertad de prensa, mas este año perdió 22 lugares, pasando de la posición 130 a la 152 (la misma que tenía en 2008, cuando ocupaba el 158º lugar). Esto, por diferentes razones. La primera es la recrudescencia de los asesinatos de periodistas. El asesinato de Hadi Al-Mahdi, el 8 de septiembre de 2011, constituye claramente una fecha de ruptura. Por otra parte, los profesionales de la información fueron a menudo el blanco de la violencia perpetrada por las fuerzas de seguridad, ya sea en Bagdad, durante las manifestaciones de la Plaza Tahrir, o en el Kurdistán Iraquí; esto, incluso cuando esta región fue por mucho tiempo, durante años, una zona de refugio para los periodistas. Israel descendió 6 lugares (ocupa el 92º, en 2010 tenía el 86º). Esto se explica por dos factores diferentes: el hecho de que Uri Blau, periodista en Haaretz, corra el riesgo de pasar hasta siete años en prisión por posesión de documentos clasificados confidenciales, y de que su fuente, Anat Kam, haya sido condenada a tres años de prisión efectiva el 31 de octubre pasado. Por otra parte, el 21 de noviembre el Parlamento aprobó en primera lectura un proyecto de ley de prensa que prevé un aumento vertiginoso del monto por daños y perjuicios que deberán pagar los autores de declaraciones consideradas “difamatorias” por el juez. De manera general, mientras que existe un verdadero pluralismo de los medios de comunicación en Israel, la censura militar previa de toda publicación explica que este país no se encuentre entre los primeros 50 de la clasificación de la libertad de prensa de Reporteros sin Fronteras. Los ataques a periodistas durante las manifestaciones de palestinos que pedían el fin de la guerra entre Al Fatah y Hamás, así como la toma ilegal del sindicato de periodistas de Gaza por partidarios de Hamás, explican por qué los territorios palestinos bajaron tres lugares en la clasificación. Descensos confirmados Los Emiratos Árabes Unidos continúan su caída en la clasificación, pasando del 87º al 112º lugar, debido especialmente a la política de filtraje de la Red y a la encarcelación del bloguero Ahmed Mansour, moderador del foro de debate democrático Al-Hewar (“El dialogo”), del 8 de abril al 28 de noviembre de 2011, junto con cuatro activistas –llamados los “UAE 5”–. Habría sido víctima de malos tratos cuando se encontraba detenido y su familia habría recibido numerosas amenazas. Jordania bajó ocho lugares en la clasificación (pasó del 120º al 128º). La situación de la libertad de prensa no cambió intrínsecamente, la violencia policíaca contra los profesionales de la información y los repetidos y deliberados ataques a las oficinas de la Agence France Presse en Amán, explican el descenso del país. Marruecos también confirma su descenso, pasó del lugar 135 al 138, tras la encarcelación del redactor en jefe de Al-Massae, Rachid Nini, el 28 de abril. Aún se encuentra detenido. Respecto a Argelia, continúa su ascenso en la clasificación (subió 11 lugares, pasó del 133º al 122º), debido sobre todo a la disminución del número de procesos legales contra periodistas. Descargar la versión PDFPublié le
Updated on
20.01.2016