De nuevo, Reporteros sin Fronteras denuncia que continúa el acoso a la prensa privada, emprendido hace más de un mes por las autoridades argelinas. Según la organización, este ensañamiento judicial solo pretende llevar a los periodistas a la autocensura. Pero ellos resisten, todavía y siempre, en un clima pre-electoral cada vez más tenso.
Reporteros sin Fronteras denuncia de nuevo que continúa el acoso a la prensa privada que las autoridades argelinas emprendieron hace más de un mes. La organización espera que la primera conferencia "abierta" de prensa del jefe del gobierno, Ahmed Ouyahia, el 14 de octubre, que entre otras cosas incluye en el orden del día la cuestión de la "suspensión de cabeceras de la prensa independiente", permita poner término al encarnizamiento de que son víctimas muchos periódicos.
Kamel Amarni, periodista del Soir d'Algérie, fue detenido el 9 de octubre en la sede del periódico, y conducido a la comisaría central. Ahmed Fattani, director del diario L'Expression, fue detenido el 13 de octubre en la sede del periódico, y conducido a la comisaría central. Ahmed Oukil, director de publicación de Erraï el Aam, y Simane Bansayah, redactor jefe del diario Le Journal de l'Ouest, fueron detenidos en la noche del 8 de octubre.
"¿Novedad de estas nuevas detenciones? ¡Ninguna! El dispositivo de acoso emprendido desde hace más de un mes por las autoridades argelinas, apoyadas a veces por los medios de negocios locales, pretende llevar a la prensa privada a la autocensura. Pero ella resiste, todavía y siempre, a la ferocidad diaria, en un clima pre-electoral cada vez más tenso", ha declarado Robert Ménard, secretario general de Reporteros sin Fonteras.
Los artículos que implican a las personas cercanas al clan del presidente Buteflika, cuando no al propio Presidente, van inmediatamente seguidos de citaciones dirigidas a los periodistas que, a principios de septiembre, decidieron colectivamente no acudir a ellas, para responder de sus escritos sólo ante el juez, y no ante la policía. Los periodistas, que ya tienen experiencia, esperan a la tercera citación tras la cual son detenidos, normalmente por ofensas al jefe del Estado, conducidos a la comisaría, interrogados por las autoridades judiciales, y posteriormente puestos en libertad. El guión varía cuando se desentierran algunos asuntos de derechos común, que afectan a periodistas o patrones de prensa, para amordazar a una prensa demasiado curiosa sobre los medios de negocios locales.