Venezuela: ataques en serie a la libertad de prensa
Reporteros sin Fronteras expresa su gran preocupación por la situación de la libertad de expresión en Venezuela, que se ha deteriorado constantemente con la intensificación de la crisis económica y social que golpea al país, registrada desde el inicio del año. Un día después de la gran manifestación del 1 de septiembre contra el régimen del presidente Nicolás Maduro, organizada en Caracas por partidos de oposición –y después de que se impidió acceder al territorio venezolano a varios corresponsales extranjeros que querían cubrirla–, RSF da la voz de alarma y hace un recuento de los acontecimientos importantes más recientes.
En vísperas de la gran marcha para exigir que se celebre un referéndum revocatorio para destituir al presidente Nicolás Maduro, convocada por partidos de oposición el 1 de septiembre en Caracas, se impidió entrar al territorio venezolano a la corresponsal del diario francés Le Monde, Marie-Eve Detoeuf (a quien también se conoce como Marie Delcas), y se le obligó a tomar un avión rumbo a Bogotá (enlace en francés). Cuando la periodista llegó al aeropuerto, las autoridades migratorias consideraron su ingreso a Venezuela ‘no admisible’, argumentando que no cumplía con las reglas migratorias. Las autoridades emplearon el mismo argumento para no permitir el ingreso al país de los corresponsales colombianos César Moreno, de Radio Caracol, Dora Glottman, de Caracol TV, así como de los corresponsales estadounidenses John Otis, de NPR y Tim Wyss, de Miami Herald. Un día antes, los periodistas Teresa Bo y Lagmi Chávez, de la cadena Al-Jazeera, tuvieron el mismo problema.
Por otra parte, al margen de esta manifestación, varios periodistas del canal de televisión NTN24 fueron intimidados y amenazados verbalmente por miembros de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB).
Este episodio culmina una serie de acontecimientos alarmantes para el estado de la libertad de prensa en Venezuela:
30 de agosto de 2016: la sede de El Nacional, uno de los principales diarios del país, fue atacada por hombres encapuchados que lanzaron excremento en llamas y bombas molotov contra la fachada del periódico. Los asaltantes dejaron un panfleto titulado: "¿La marcha del 1S es el inicio del fin?", firmada por “Chama Pueblo en Rebelión”, un grupo que apoya al gobierno chavista y que ya había atacado la sede del diario en junio de 2016.
24 de agosto de 2016: desconocidos realizaron unos 30 disparos contra las instalaciones del Diario de Los Andes, en la ciudad de Valera (oeste de Venezuela); no hubo heridos.
20 de junio de 2016: dos individuos a bordo de una motocicleta lanzaron una granada contra la sede del diario El Aragüeño, en la ciudad de Maracay y panfletos con el mensaje: “Digan la Verdad”. Afortunadamente el explosivo no detonó.
14 de junio de 2016: un grupo de cinco personas atacó la sede del diario Correo del Caroní, cuyo director, David Natera Febres fue condenado en marzo de 2016 a 4 años de prisión por haber denunciado actos de corrupción en los que estaba implicada una empresa pública.
2 de junio de 2016: mientras que un gran número venezolanos protestaban en las calles de Caracas contra la crisis económica, representantes de la prensa local y nacional fueron agredidos por el ejército nacional, la policía y algunos manifestantes. Balance: numerosas agresiones físicas y verbales, amenazas, robo y destrucción de su equipo de trabajo. Al menos 19 de ellos fueron agredidos en tan sólo dos horas en la capital, según la ONG Espacio Público.
19 de abril de 2016: desconocidos rompieron vidrios de las oficinas de Venezolana de Televisión (VTV), cadena pública de Venezuela, en el municipio de Sucre. A diferencia de los otros ataques, éste suscitó fuertes reacciones de diversos representantes del gobierno.
21 de abril de 2016: cuando cubrían un evento en el que participaban varios diputados en las oficinas del Consejo Nacional Electoral (CNE), organismo que examina la posibilidad de organizar un referéndum revocatorio contra el presidente Maduro, la Guardia Nacional Bolivariana empujó a 13 reporteros lejos de la sede. Después, estos periodistas tuvieron que huir de un grupo de manifestantes pro gobierno que se encontraban en la entrada del edificio del CNE. El vehículo en el que se encontraba Osmary Hernández, corresponsal de CNN en Español, fue atacado, le lanzaron piedras que rompieron los vidrios.
17 de marzo de 2016: El Carabobeño, uno de los diarios más antiguos de Venezuela, anunció la impresión de su última edición, víctima de la escasez de papel registrada desde agosto de 2013 y que afecta la circulación de al menos 46 diarios en 15 estados del país.
“La grave crisis política y económica que atraviesa el país no justifica de ninguna manera estos ataques e intimidaciones contra la prensa en Venezuela”, señaló Emmanuel Colombié, responsable del Despacho América Latina de RSF. “El argumento de la ‘guerra mediática, mencionado varias veces por el presidente Maduro para desacreditar las críticas de medios de comunicación nacionales e internacionales a su gobierno carece de sentido y no hace sino contribuir a deteriorar un clima, ya de por sí tenso para los periodistas. En este agitado periodo, más que nunca, el trabajo informativo es primordial. Por ello, las autoridades venezolanas deben hacer todo lo posible para garantizar que existan condiciones de trabajo aceptables para el gremio periodístico”, añadió.
A los casos emblemáticos mencionados anteriormente se suman agresiones a periodistas, detenciones arbitrarias, insultos públicos de altos representantes del gobierno, bloqueos de información…
Según el Instituto Prensa y Sociedad (IPYS), ONG local que vigila la situación de la libertad de prensa, desde el inicio de este año se han registrado en el país al menos 13 ataques a medios de comunicación. Por su parte, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP) de Venezuela ha registrado 176 casos de violaciones a la libertad de prensa desde el inicio del año, entre ellos 62 casos de intimidación y 22 casos de agresión.
La hostilidad de las fuerzas del orden frente a los periodistas que cubren manifestaciones no deja de aumentar, al igual que las largas filas para conseguir alimentos debido a la escasez de productos básicos. Las manifestaciones, registradas desde 2014 y que cada vez ocurren con mayor frecuencia, están acompañadas de agresiones, amenazas, insultos, robos, destrucción de equipo y detenciones arbitrarias de periodistas locales y extranjeros.
En las últimas elecciones legislativas, los corresponsales extranjeros se vieron obligados a firmar una “carta de buena conducta” para que les autorizaran cubrir las elecciones; ésta les hacía comprometerse a respetar ciertas consignas; si no las cumplían podían quitarles su acreditación de prensa.
En una carta enviada al gobierno venezolano el 4 de agosto pasado, los Relatores especiales de las Naciones Unidas y de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) expresaron su gran preocupación por el continuo deterioro de la situación de la libertad de prensa en el país.
RSF recuerda que ninguna de las doce recomendaciones relativas a la libertad de expresión que se hicieron en 2011 tras el último Examen Periódico Universal (EPU) dedicado a la República Bolivariana de Venezuela ha sido aprobada por el gobierno.
Venezuela se encuentra en el lugar 139, entre 180 países, en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa publicada por RSF en 2016.