Coronavirus: Bolsonaro se encarniza con la prensa en lugar de luchar contra la pandemia
Frente al peligro que representa el Covid-19 –Brasil es el país de América Latina más afectado por el virus–, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, sigue negando la amenaza de la pandemia e insiste en atacar a los medios de comunicación. Reporteros sin Fronteras (RSF) denuncia esta actitud, completamente irresponsable e incendiaria.
Desde que empezó la crisis sanitaria, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ha multiplicado sus ataques públicos contra la prensa, a la que considera responsable de una “histeria” destinada a generar pánico en el país. El domingo 22 de marzo de 2020 señaló: “la población descubrirá en breve que fue engañada por los gobernadores de los estados y por la prensa”. Dos días después, el 24 de marzo, en un discurso nacional televisado, negó el peligro del virus, llamándolo “pequeño resfriado”, criticó a los gobernadores estatales y presidentes municipales que estaban a favor del confinamiento y acusó a los medios de comunicación de crear un caos artificial: “una gran parte de los medios de comunicación […] propagan un sentimiento de temor explotando el gran número de víctimas que hay en Italia, un país en el que hay muchas personas mayores y donde el clima es completamente diferente al nuestro […] Un guión perfecto difundido por los medios de comunicación para que la histeria se apodere de nuestro país”.
El jueves 26 de marzo Bolsonaro humilló a un grupo de periodistas que lo esperaban frente al Palacio de la Alvorada, la sede del poder ejecutivo, en Brasilia. El presidente se dirigió a sus simpatizantes riendo: "cuidado pueblo brasileño, esa gente [dijo apuntando a los reporteros] dice que estoy equivocado y que todos ustedes deben quedarse en su casa. [Luego añadió, mirando a los periodistas] Entonces, ¿qué hacen ustedes aquí? ¿No tienen miedo del coronavirus? ¡Váyanse a su casa!".
“La radicalización e intensificación de los ataques a los medios de comunicación es muy preocupante”, señaló Emmanuel Colombié, director del Despacho América Latina de RSF. “Bolsonaro se equivoca de enemigo atacando, una vez más, a los mensajeros. Cada día rebasa un poco más los límites, cayendo en una total irresponsabilidad. En este periodo de pandemia, el poder ejecutivo tiene tareas mucho más importantes que encarnizarse con los medios de comunicación, cuya labor informativa es más vital que nunca”, agregó.
Aunque Bolsonaro parece cada vez más aislado, el discurso radical del mandatario es ampliamente difundido y enfatizado por gente cercana a él y por algunos miembros de su gobierno, como el Ministro de Salud, Luiz Henrique Mandetta, que el 28 de marzo de 2020 calificó el trabajo de la prensa de “sórdido” y “tóxico”, e invitó a los brasileños a “apagar un poco la televisión”.
Hechos raros y sin precedentes: el domingo 29 de marzo de 2020 Twitter suprimió dos tweets de la cuenta oficial del presidente porque infringían las reglas de la red social; en ellos el mandatario cuestionaba una vez más la utilidad del confinamiento. El jefe de Estado publicó en su cuenta videos en los que se le veía desfilar por las calles de Brasilia, mezclándose con la población –una conducta que va en contra de las consignas de su propio gobierno y de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El lunes 30 de marzo de 2020 Facebook y su filial Instagram también suprimieron los videos publicados por el presidente porque violaban las reglas de la red social.
La información que difunden personas cercanas al presidente también es preocupante: según el diario Folha de São Paulo, Twitter bloqueó durante doce horas y como advertencia las cuentas de: Flavio Bolsonaro, hijo del presidente y senado y Ricardo Salles, Ministro de Medioambiente, debido a que habían publicado noticias falsas y opiniones que podrían agravar la pandemia.
Brasil se encuentra en el lugar 105, entre 180 países, en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2019 de Reporteros sin Fronteras.