RSF se congratula de la liberación, por "razones médicas", de Ngawang Choephel, etnomusicólogo y realizador de documentales tibetano. El 21 de enero llegó a Estados Unidos, donde residía antes de ser detenido en Tibet, en 1995.
Tras seis años de detención, y doce antes del final de su condena, Ngawang Choephel, etnomusicólogo y realizador de documentales tibetano, salió en libertad de la cárcel de Chengdu (China), el 20 de enero de 2002. Acompañado de un diplomático de la embajada de Estados Unidos en Peking, Ngawang Choephel tomó un avión con destino a Detroit (Estados Unidos), a donde llegó el 21 de enero.
Ngawang ChoephelSegún John Kamn, director de la Fundación Din Hua (organización de defensa de los presos políticos chinos), Ngawang Choephel fue liberado por "razones médicas", en virtud de una reglamentación china de 1990, que permite conceder la libertad a los presos enfermos que hayan cumplido al menos un tercio de su condena.
Ngawang Choephel fue detenido a finales del mes de agosto de 1995, en un mercado de Shigatsé (al sudeste de Lhasa), cuando grababa imágenes para su documental sobre los bailes y los cantos tibetanos. Fue condenado, en noviembre de 1996, a dieciocho años de cárcel por "subversión", "espionaje" y "actividades contrarrevolucionarias". De treinta y cuatro años de edad, Ngawang Choephel estaba refugiado en India desde los dos años. En 1993 se marchó a estudiar a Estados Unidos.
La madre de Ngawang ChoephelLa madre de Ngawang Choephel, Sonam Dekyi, refugiada en India, no ha cesado nunca de luchar para conseguir la libertad de su hijo. Casi todos los días se manifestaba en Nueva Delhi, ante el Parlamento, para que no se olvidara a su hijo, al que solo pudo ver una vez después de su detención. En todo el mundo, decenas de miles de personas se han movilizado pidiendo la libertad de Ngawang Choephel. Recientemente, medio centenar de alcaldes franceses firmaron una petición a favor de su liberación, por iniciativa de la revista Alcaldes de Francia, que apadrinaba al realizador tibetano.
Reporteros Sin Fronteras quiere recordar que todavía permanecen encarcelados en China trece periodistas y diecinueve ciberdisidentes. La organización de defensa de la libertad de prensa se congratula por la liberación de Ngawang Choephel, aunque lamenta que no haya ocurrido antes:
- En primer lugar, porque el periodista era un preso de conciencia, detenido únicamente a causa de sus opiniones y no, como le acusan las autoridades chinas, por haber "espiado por cuenta del gobierno en el exilio y fomentado el separatismo".
- Pero igualmente porque la salud de Ngawang Choephel se ha deteriorado considerablemente durante esta abusiva detención. A pesar de las numerosas intervenciones de personalidades políticas y artísticas, y de organizaciones de defensa de los derechos humanos, pidiendo al menos una mejora de las condiciones de su detención, el realizador tibetano no ha tenido en ningún momento acceso a los tratamientos adecuados para curar las enfermedades padecidas durante los años que ha pasado en una celda insalubre: problemas de hígado, infecciones pulmonares, estomacales y urinarias. También ha contraído una tuberculosis en las cárceles chinas.