México: tres nuevos asesinatos de periodistas en menos de una semana
En solo cinco días, la lista de periodistas mexicanos asesinados se ha ampliado. RSF investiga el asesinato de dos mujeres periodistas, Yesenia Mollinedo y Sheila Johana García, en el Estado de Veracruz. Cuatro días antes, el cuerpo del articulista Luis Enrique Ramírez fue hallado en el Estado de Sinaloa. En total, once periodistas han sido asesinados desde principios de año en México en el ejercicio de su profesión.
El lunes 9 de mayo de 2022, cerca de las tres de la tarde, en el municipio de Cosoleacaque -Estado de Veracruz-, Yesenia Aurora Mollinedo Falconí, fundadora y directora de la página informativa de Facebook El Veraz y Sheila Johana García, periodista y camarógrafa del mismo medio, fueron ejecutadas a sangre fría y a plena luz del día.
Las dos mujeres se encontraban en el interior de su vehículo, estacionado delante de un supermercado, cuando individuos armados a bordo de una moto se les acercaron y las acribillaron a balazos, antes de darse a la fuga. Yesenia Mollinedo murió en el acto, mientras que Sheila Johana García sucumbió a sus heridas más tarde, en el hospital. Ambas portaban un chaleco con el indicativo “prensa” claramente identificable en el momento de los hechos.
Ramiro Mollinedo, el hermano mayor de Yesenia Mollinedo y también periodista, ha asegurado, en declaraciones a la web Corriente Alterna, que su hermana había recibido amenazas anónimas por teléfono dos semanas antes de su asesinato, en las que se le conminaba a no ocuparse de asuntos de la policía.
En la página de El Veraz, Yesenia Mollinedo publicaba informaciones sobre actualidad local, eventos culturales organizados por el ayuntamiento de Cosoleacaque, política y también temas relacionados con la criminalidad en la zona. Sheila Johana García se había incorporado al equipo de El Veraz hace solo seis meses.
La Fiscalía del Estado de Veracruz ha anunciado la apertura de una carpeta de investigación del caso. Por su parte, el gobernador del estado Cuitláhuac García, ha dicho publicamente que se siguen cuatro líneas de investigación entre otras la de su labor como comunicadoras. RSF no ha podido, hasta el momento, identificar un vínculo directo entre el trabajo de estas dos periodistas y su asesinato y continúa, por tanto, documentando este doble homicidio.
Apenas cuatro días antes de este asesinato, el pasado 5 de mayo, el cuerpo sin vida de Luís Enrique Ramírez, fue hallado envuelto en plástico al borde de una carretera en el sur de Culiacán, capital del Estado de Sinaloa (noroeste del país). Su familia había denunciado su desaparición algunos días antes, aunque la Fiscalía de Sinaloa informó que esté no había sido reportado a las autoridades.
Con 40 años de experiencia, Luís Enrique Ramírez era un periodista curtido y de prestigio en Sinaloa. Era fundador del digital informativo Fuentes Fidedignas y articulista para el periódico El Debate con su columna El Ancla . Su última crónica se publicó el 3 de mayo, Día Mundial de la Libertad de Prensa. Anteriormente, había colaborado con los diarios nacionales El Financiero, El Nacional, La Jornada y Milenio.
Según sus compañeros de trabajo, Luís Enrique Ramírez no había comunicado haber sido objeto de amenazas recientes y, como buen periodista veterano, era muy precavido y conocía bien los riesgos vinculados a su trabajo, motivo por el cual había decidido no cubrir más asuntos sobre el crimen organizado y los cárteles, especialmente violentos y poderosos en el Estado de Sinaloa. En 2011, afirmó que temía por su vida, debido a la cobertura que realizaba de la política local.
“¿Cuántos asesinatos y familias destrozadas serán necesarios para que el Gobierno mexicano haga de la protección de los periodistas y de la lucha contra la impunidad de estos crímenes una prioridad? El compromiso del presidente Andrés Manuel López Obrador con la ‘impunidad cero’ debe aplicarse en estos tres nuevos casos, pero también en los de los otros 32 periodistas asesinados desde el inicio de su mandato”, afirma el director de la Oficina de América Latina de RSF, Emmanuel Colombié. “Las autoridades federales, y de Sinaloa y Veracruz deben, por su parte, identificar a la mayor brevedad a todos los responsables de estas cobardes ejecuciones, así como priorizar la causa profesional en sus investigaciones”, añade.
En función del resultado de la investigación en curso de RSF sobre el vínculo existente entre sus asesinatos y su trabajo periodístico, Yesenia Mollinedo, Sheila Johana García y Luís Enrique Ramírez serían los noveno, décimo y undécimo periodistas asesinados en México, respectivamente, desde el inicio de 2022, tras las muertes de José Luis Gamboa, Margarito Martínez, Lourdes Maldonado, Roberto Toledo, Heber López, Jorge Luis Camero, Juan Carlos Muñiz y Armando Linares; una cifra récord.
Los pasados 26 y 27 de abril, junto a Free Press Unlimited y el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ), RSF coordinó la audiencia del caso mexicano en el marco del Tribunal de los Pueblos contra los Asesinatos de Periodistas. Con el objetivo de evidenciar la responsabilidad de los Estados frente a las vulneraciones del derecho internacional, de sensibilizar al público y de recabar pruebas, estos tribunales populares permiten dar la palabra a las víctimas y dejar constancia de sus relatos. El caso de Miguel Ángel López Velasco, más conocido como Milo Vela, asesinado en 2011 en Veracruz, fue seleccionado para este proyecto.
Con este motivo, RSF lanzó una campaña con la compositora mexicana Vivir Quintana para rendir homenaje a Milo Vela y a los periodistas asesinados en Veracruz, uno de los lugares más peligrosos del mundo para los periodistas.
Por otra parte, el pasado 22 de febrero, la Oficina de América Latina de Reporteros Sin Fronteras (RSF) publicó un informe inédito, fruto de un largo y minucioso trabajo de investigación y análisis, sobre los mecanismos de protección a los periodistas en los cuatro países más peligrosos de la región para la prensa: México, Honduras, Colombia y Brasil. Este informe contiene una serie de recomendaciones específicas dirigidas al Mecanismo Federal de Protección de los periodistas mexicanos.
