Los periodistas locales víctimas de violencia étnica y confesional y de exacciones del ejército Norteamericano
Organización:
Con tres nuevos asesinatos, el balance de periodistas muertos desde el comienzo del conflicto, en marzo de 2003, se eleva ahora a 126 víctimas. Reporteros sin Fronteras condena esta nueva oleada de violencia mientras que, hasta el día de hoy, las autoridades no han abierto ninguna investigación para terminar con la impunidad de esos crímenes.
“Los periodistas iraquíes son por una parte víctimas de asesinatos políticos y confesionales; ahora forman parte de los principales objetivos a abatir por los grupos armados. Por otra parte son víctimas de las exacciones del ejército norteamericano, y especialmente de detenciones arbitrarias, tras ser acusados de mantener relaciones con las milicias armadas. La exposición mediática de los periodistas, cuyos nombres y rostros son conocidos por todos, los hace más vulnerables a esos ataques. 51 profesionales de los medios de comunicación han encontrado la muerte desde el comienzo del año, mientras que el actual clima no augura ningún cambio positivo en el país”, ha declarado la organización.
El 25 de octubre de 2006 mataron en Bagdad a Saâd Mehdí Chalach, periodista del diario Rayat Al Arab, y a su esposa. De confesión chiíta, el periodista había recibido numerosas amenazas que le decidieron a mudarse a un barrio más seguro. El ataque tuvo lugar cuando la pareja acudió a su antiguo domicilio, en el barrio de Al Amriya, para llevarse las últimas pertenencias.
Nakchin Hama Rachid, de 31 años, presentadora del canal de televisión en lengua kurda Atiaf, miembro del grupo de Al-Iraqiya, fue asesinada en el centro de Bagdad el 29 de octubre de 2006, en su coche, junto con su chofer Anas Kassim Nejm. La periodista, que presentaba programas destinados a las minorías kurdas y cristianas del país, había recibido anteriormente amenazas anónimas. También había decidido cambiarse de casa para protegerse, pero sus agresores la interceptaron cuando acudía a su lugar de trabajo.
Por otra parte, el pasado 27 de octubre, un obús de mortero explotó en el recinto de la sede del canal por satélite Al-Iraqiya en Bagdad, hiriendo a dos guardias de seguridad.
Las violaciones de la libertad de prensa del ejército norteamericano
Por otra parte, el mal lugar (119) que ocupa Estados Unidos, por su comportamiento fuera de territorio norteamericano, en la clasificación mundial de la libertad de prensa, se explica por las violaciones que comete el ejército norteamericano con la prensa local. Frecuentemente lleva a cabo detenciones arbitrarias, detenciones abusivas y también registros ilegales.
El 26 de octubre de 2006, el ejército norteamericano procedió a la detención de dos periodistas de la radio Dar Al Salam, afiliada a un partido islamista. A Rabiaa Abdul Wahab y Alí Bourhan les habrían detenido por sus relaciones con grupos armados. La falta de trasparencia de las autoridades norteamericanas en Bagdad impide conocer las causas reales, y las condiciones, de su detención.
Por otra parte, el pasado 23 de octubre, el ejército norteamericano invadió igualmente, sin mandato, la sede del canal Al Fourat, afiliado a una formación política chiíta. Tras desarmar a los guardias, los soldados norteamericanos registraron los locales y se incautaron de material informático. Sin embargo, el canal pudo continuar emitiendo normalmente su programación y anunciar en directo la presencia de las tropas en su interior.
Desde el comienzo del conflicto en 2003 han matado en Irak a 126 periodistas y colaboradores de medios de comunicación y secuestrado a 51 periodistas, de los que actualmente hay cuatro retenidos como rehenes.
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20.01.2016