Los medios en Argentina: un gran negocio en manos de unos pocos
Buenos Aires, 10 de abril de 2019 – Los principales medios de Argentina se encuentran en las manos de unas pocas empresas, que son las que determinan lo que miran, leen y escuchan la gran mayoría de los 44 millones de argentinos. Los cuatro conglomerados más grandes concentran casi la mitad de la audiencia nacional en todos los soportes, y el 25% de toda esa audiencia está en manos del Grupo Clarín. Además, la actual crisis económica y la ausencia de políticas por parte del Estado para atenuar sus efectos, junto con una legislación que favorece a los grandes grupos mediáticos, asfixia económicamente el periodismo crítico y limita el derecho de los argentinos a tener acceso a voces plurales. Debido al cierre de medios más pequeños y a la pérdida de puestos de trabajo en el sector, son cada vez más los periodistas que han decidido fundar cooperativas de noticias autogestionadas.
Estos son algunos de los hallazgos del proyecto Media Ownership Monitor (MOM) Argentina, una investigación colaborativa entre Reporteros sin Fronteras (RSF) y el diario cooperativo Tiempo Argentino. Basado en una metodología que ha sido utilizada en casi veinte países, el proyecto MOM analizó los medios de comunicación con mayor influencia en la opinión pública argentina (televisión, radio, periódicos y digital), con el objetivo de resaltar quiénes son los dueños de los medios y qué intereses políticos y económicos tienen. Los resultados del proyecto serán presentados el miércoles 10 de abril en Buenos Aires y ya pueden ser consultados en inglés y en español en argentina.mom-ikiepewlso.tudasnich.de.
“En Argentina se realizó un debate público muy profundo sobre el rol de los medios y los efectos de la concentración por la sanción de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual en 2009”, explica Gerardo Aranguren, editor en Tiempo Argentino. “El gobierno de Mauricio Macri no solo amputó buena parte de la ley, sino que desplazó ese debate, que había colocado a los grupos mediáticos en el centro del escenario político y había transparentado sus intereses”, agrega. “Por eso, necesitamos este proyecto, para volver a poner la lupa sobre quiénes son esos empresarios que definen la agenda informativa cada vez más monocorde que consumen los argentinos”.
“En Argentina, vemos que la ausencia de una censura directa no implica automáticamente que los medios sean diversos e independientes”, señala Emmanuel Colombié, director regional de RSF para América Latina en el marco del lanzamiento del proyecto MOM Argentina. “Las presiones económicas y la concentración de la propiedad pueden limitar la capacidad del periodismo para hacer que quienes tienen el poder rindan cuentas. Con nuestra investigación, queremos brindar una herramienta para que todos los ciudadanos de este país puedan comprender mejor los intereses, el poder y los desafíos que definen el entorno donde operan los medios de comunicación de Argentina”, continúa.
Altos niveles de concentración en toda la industria
La muestra de medios investigados en MOM incluye 52 medios nacionales: 14 canales de televisión, 14 emisoras de radio, 10 diarios impresos y 14 portales de noticias. La mayoría de ellos pertenece a unas pocas empresas ubicadas en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). Estas empresas concentran las audiencias, los ingresos provenientes de publicidad privada y oficial, así como las redes de producción y distribución de noticias. Mientras tanto, los medios de comunicación estatales son cada vez menos influyentes.
Los cuatros sectores (TV, radio, prensa y digital) del estudio MOM muestran niveles altos de concentración de la propiedad y de la audiencia. El Grupo Clarín es el único conglomerado que ostenta una posición dominante en todas los sectores de la industria de medios y telecomunicaciones. Otros grupos menos importantes son Grupo América (ex Grupo UNO), que se ha dedicado a la televisión abierta y a la radio desde que vendió su empresa de televisión, Supercanal, en 2018, y Grupo Indalo, que tiene intereses en radio, TV y prensa. Sin embargo, su futuro del grupo es incierto debido a la investigación judicial que involucra a sus dueños, que se encontraban en la cárcel al momento de este estudio.
A excepción de la red de televisión operada por el Grupo Clarín (que tiene un share del 22,6%), casi todas las señales de TV están operadas por inversores extranjeros (Viacom posee la mayor red de televisión del país, que concentra el 15,1% de la audiencia, mientras que Turner y Fox son dueños de los canales de TV más populares). Entre los portales de noticias, Infobae (Grupo Infobae, 1,39% de la audiencia digital) es el más importante, seguido por Clarín (0,97%) y La Nacion (0,69%). Entre los diez diarios más importantes, tres pertenecen al Grupo Clarín: Clarín, La Voz del Interior (Córdoba) y Los Andes (Mendoza). Junto nuclean al 47,8% de los lectores de todo el país. La Nacion y Diario Popular también son actores importantes. La radio es el medio con más diversidad y con más dueños, si bien está más concentrada en términos de audiencia. Cuatro grupos (Clarín, América, Indalo, Cadena 3) controlan gran parte del mercado de la radio en el país.
En los cuatro sectores, cuatro conglomerados concentran el 46,25% de la audiencia nacional, y un 25% está en manos del Grupo Clarín.
Desregulación de los medios en la era Macri
Al analizar los principales medios de Argentina, es indudable el hecho de que, en los últimos años, el nivel de concentración del sector aumentó considerablemente. En gran medida, los conglomerados más grandes se han vuelto más poderosos debido a las prácticas de desregulación de los medios que promovió el Estado.
En la gestión del gobierno actual, los medios de comunicación han sido un eje central. De hecho, Mauricio Macri les dedicó sus primeras decisiones al llegar a la presidencia en diciembre de 2015. En los primeros días de gobierno, firmó una serie de decretos que borraron muchas de las políticas de la administración de Cristina Fernández, que habían provocado el rechazo furioso de los dueños de los grandes medios. En el primer mes de su mandato, Macri trató de responder a sus demandas y fusionó AFSCA y AFTIC, las autoridades de aplicación de la Ley Audiovisual y de la Ley Argentina Digital, respectivamente. Además, flexibilizó o quitó muchos de los topes a la concentración en radio y TV, así como a la propiedad cruzada.
Gracias a estos cambios, el Grupo Clarín pudo expandirse hacia el sector de las comunicaciones. Cablevisión se fusionó con Telecom, lo que convirtió al grupo en el mayor conglomerado de medios de la historia de las comunicaciones de Argentina y en una de las empresas más poderosas del país.
Además de su política regulatoria proempresarial, el Estado argentino es uno de los principales financiadores directos (a través de pauta oficial) e indirectos (a través de ayudas, condonación y canje de deudas previsionales y fiscales, y prórroga de licencias, entre otros mecanismos) de las empresas de comunicación. En consecuencia, la influencia del gobierno es considerable, las líneas editoriales de muchos medios se ven altamente influenciadas, y muchos de los empresarios mediáticos dependen de los cambios de gobierno.
Intereses en otros sectores de la economía
Gran parte de los ingresos de los principales grupos de medios del país provienen de las actividades que llevan a cabo en otros sectores de la economía, por lo que los medios suelen operar para promover estos intereses más rentables. Por ejemplo, el Grupo Clarín no solo ocupa una posición dominante en todos los sectores de la industria, sino que también tiene acciones en la única empresa que produce papel prensa de Argentina, Papel Prensa S.A. (junto con La Nacion y el Estado). Además, tiene intereses en la industria de servicios de banda ancha fija y móvil, en el sector agropecuario, en turismo, en videojuegos, en producción cinematográfica, entre otras áreas.
El Grupo América, que tiene a Daniel Vila y José Luis Manzano como principales socios, cuenta con poderosos intereses en el sector energético y petrolero, y en la provisión de servicios públicos. Otro de sus socios, Claudio Belocopitt, es el dueño de una de las mayores empresas de salud privada, Swiss Medical Group.
El Grupo Indalo, de Cristóbal López y Fabián de Sousa, ambos detenidos en una causa por evasión tributaria, tiene su origen en actividades de transporte, casinos, petróleo y combustibles. Recién en 2010 ingresó a la industria de medios y en 2012 compró el multimedio que pertenecía al empresario Daniel Hadad.
Solo algunos pocos grupos mediáticos obtienen la mayor parte de sus ingresos de la gestión de medios de comunicación y sus contenidos. Este es el caso de Telefé, en manos de Viacom, del Grupo La Nacion y del Grupo Perfil, entre otros.
Poca representación de las mujeres
El rol de las mujeres en las empresas de medios no se condice con la centralidad de las luchas feministas en la política argentina en los últimos años. En los 52 medios relevados por MOM Argentina, solo hay 11 accionistas mujeres. Todas tienen una porción sensiblemente menor a la de los varones y mantienen con ellos relaciones de parentesco (son sus herederas o sus esposas).
En el 88,5% de los casos, son los varones los que definen la línea editorial. En tan solo seis medios (11,5%) hay mujeres ocupando los cargos de CEO y gerente de contenidos (o secretarias de redacción). Se diferencian en este sentido: América TV (Marta Buchanan es su gerente general, y Liliana Parodi, la directora de contenidos), Radio La Red (a cargo de Marcela Patané), Infobae (dirigido por Valeria Cavallo), Página 12 (dirigido por Nora Veiras), Radio Dos (Araceli Colombo es la jefa de prensa) y C5N (una de las encargadas de los contenidos es Verónica Aragona).
Las cooperativas como modelo de negocios para hacer frente a la crisis económica
En un contexto de crisis económica y de ausencia de acciones por parte del Estado para atenuar sus efectos, los principales grupos de medios se han vuelto más poderosos, mientras que sus trabajadores se ven cada vez más precarizados. En muchos casos, los salarios cayeron un 30% o más, sin considerar la inflación. Muchos trabajadores están cobrando sus salarios con demoras o en cuotas. Más de 20 medios cerraron desde 2016 en todo el país, y al menos 3500 trabajadores perdieron su empleo (2700 en la ciudad de Buenos Aires) en tan solo dos años.
Sin embargo, ocho de esos medios lograron ser recuperados por sus trabajadores y continúan funcionando como cooperativas. Por eso, en los últimos años, ha surgido una tendencia sorprendente y esperanzadora en medio de la crisis global de los medios de comunicación: en Argentina, el sector de medios lidera el ranking de las industrias con más empresas que han sido recuperadas con éxito.
El fenómeno de los medios de comunicación independientes y sin fines de lucro no es nuevo en Argentina, pero había permanecido inactivo durante décadas. Si bien tienen antecedentes y formas muy diferentes, estos medios impresos, portales digitales, canales de TV y emisoras de radio consideran que la comunicación es un derecho, y no un bien, independiente de los centros de poder económico. Hacia comienzos de 2019, en Argentina había más de 400 medios alternativos, y el número sigue en alza. Solo entre 2016 y 2018, se fundaron ocho de esas empresas autogestionadas. Tiempo Argentino, el socio de RSF en el proyecto MOM Argentina, fue una de ellas.
Transparencia y acceso a la información
Durante los cinco meses que duró la investigación, el equipo de MOM Argentina se encontró con varios obstáculos para acceder a la información. Las empresas de medios en general no están obligadas a transparentar su composición accionaria ni a divulgar información al respecto. Los medios audiovisuales sí están obligados a mostrar su composición a partir de la sanción de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. No obstante, son muchas las empresas que no cumplen la ley, y el Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM), autoridad de aplicación, se desentiende de esta obligación. En consecuencia, resulta difícil determinar quiénes son los verdaderos dueños de las empresas de medios.
El Poder Ejecutivo es el principal anunciante de los medios de comunicación a nivel local y federal, y publica periódicamente el presupuesto destinado a publicidad en los medios. La investigación de MOM parte de esos datos, aunque son pocos los distritos que hacen accesible esa información. Como resultado, el mapeo de los fondos que reciben los medios de Argentina sigue estando incompleto. Asimismo, se desconocen los ingresos totales por publicidad privada que recibe cada empresa, aunque la Cámara Argentina de Agencias de Medios publica un estimado total de cada año. La información financiera de la mayoría de las empresas fue casi imposible de conseguir, a excepción del Grupo Clarín, que cotiza en bolsa y, por ende, está obligado a publicar datos específicos sobre su composición accionaria para satisfacer las demandas de los mercados financieros.
Sobre un total de 180 países, Argentina se encuentra en el puesto 52 en la Clasificación Mundial de Libertad de Prensa de 2018 de Reporteros sin Fronteras. Descendió dos puestos en relación con el año anterior.
MEDIA OWNERSHIP MONITOR: UN PROYECTO DE INVESTIGACIÓN MUNDIAL
Iniciado por la sección alemana de la ONG internacional de derechos humanos Reporteros sin Fronteras (RSF), el proyecto Media Ownership Monitor (MOM) es una iniciativa mundial de investigación e incidencia que busca promover la transparencia y la pluralidad de opiniones en los medios de comunicación de todo el mundo. En Argentina, el proyecto se realizó junto con Tiempo Argentino entre noviembre de 2018 y abril de 2019. La muestra de medios investigados incluye 52 medios nacionales: 14 canales de televisión, 14 emisoras de radio, 10 diarios impresos y 14 sitios web.
Tiempo Argentino es un medio operado por unos cien periodistas, que decidieron crear una cooperativa para recuperar el diario en el que trabajaban hasta que sus dueños lo cerraron repentinamente en febrero de 2016. Reabrió como un medio autogestionado que edita una versión impresa los domingos y una versión digital de lunes a sábado. El medio desarrolló un modelo de negocios que está basado en los aportes que hacen los lectores, que son quienes contribuyen el 70% de los ingresos del diario. De esta manera, sus periodistas pueden trabajar sin presiones.
El proyecto es financiado por el Ministerio Federal de Cooperación y Desarrollo Económicos de Alemania (BMZ). El estudio ya se ha llevado a cabo en Albania, Brasil, Camboya, Colombia, Egipto, Ghana, Líbano, México, Mongolia, Marruecos, Perú, Filipinas, Serbia, Sri Lanka, Tanzania, Túnez, Turquía y Ucrania. Además de Argentina, este año, MOM está investigando el sector de medios de la India y de Pakistán. Para obtener más información, visite el sitio global de MOM: http://www.mom-ikiepewlso.tudasnich.de
Contacto:
Tiempo Argentino, Cooperativa Por Más Tiempo:
+54 43425511 – [email protected]
Sección alemana de Reporteros sin Fronteras:
+49 30 6098 9533 55 – [email protected]