El 13 de mayo, al finalizar el proceso contra Alí Lmrabet, director de publicación de los semanarios Demain magazine y Douman, el fiscal del rey solicitó la pena máxima -cinco años de cárcel y 100.000 dirhams de multa (cerca de 10.000 euros)- , así como la prohibición de sus dos publicaciones. La petición ha coincido con el octavo día de huelga de hambre del periodista para protestar, entre otras cosas, contra las presiones que se le han hecho a su impresor.
El 13 de mayo, al finalizar el proceso contra Alí Lmrabet, director de publicación de los semanarios Demain magazine y Douman, y corresponsal de Reporteros sin Fronteras en Marruecos, el fiscal del rey solicitó la pena máxima -cinco años de cárcel y 100.000 dirhams de multa (cerca de 10.000 euros)- , así como la prohibición de sus dos publicaciones. La petición ha coincido con el octavo día de huelga de hambre del periodista para protestar, entre otras cosas, contra las presiones que se le han hecho a su impresor.
"Nos sentimos consternados por esta petición y recordamos que, en un documento del 18 de enero de 2000, Abid Hussain, Relator Especial de Naciones Unidas para la promoción y la protección del derecho a la libertad de opinión y expresión, pidió "a todos los gobiernos que vigilaran para que se supriman las penas de cárcel para los delitos de prensa" y precisó que "el encarcelamiento, en tanto que condena de la expresión pacífica de una opinión, constituye una violación grave de los derechos humanos". Por otra parte, ¿cómo dar crédito a un tribunal que debe juzgar "en nombre del rey" unos delitos que atentaban contra ese mismo rey? ¿Cómo no sospechar de la parcialidad de una sentencia, dictada por unos magistrados cuyo futuro profesional depende del Consejo Superior de la Magistratura, presidido por el rey?", ha declarado Robert Ménard, secretario general de la organización, quien añadió: "Esta persecución no tiene ningún sentido en un país que se reclama de la democracia. Todo esto es surrealista, medieval, inicuo. A Alí Lmrabet se le acusa, ni más ni menos, que de un crimen de lesa majestad".
"Pedimos a las autoridades marroquíes que dejen de presionar a los impresores contactados por Demain magazine y Douman. El acoso, el auténtico encarnizamiento de que es objeto Alí Lmrabet, es una clara advertencia para otras cabeceras independientes", continuó Robert Ménard.
Al final de la audiencia del 13 de mayo, el fiscal del rey solicitó para Alí Lmrabet la pena máxima -cinco años de cárcel y 100.000 dirhams (alrededor de 10.000 euros)-, la prohibición de sus dos publicaciones y la detención inmediata del acusado (en aplicación del artículo 400 del código de procedimiento penal). Unos policías detuvieron entonces al periodista, durante diez minutos. Solo tras la protesta de sus abogados se levantó esta última medida.
Alí Lmrabet comparecía ante la justicia por "desacato a la persona del rey", "atentado a la integridad territorial" y "atentado al régimen monárquico", tras una serie de artículos y dibujos sobre la lista civil real votada en el Parlamento (documento oficial del Ministerio de Finanzas, distribuido entre los parlamentarios), la historia de la esclavitud, un fotomontaje que representaba a personalidades política del reino y los extractos de una entrevista con un republicano marroquí que, entre otras cosas, se pronunciaba en favor de la autodeterminación del pueblo saraharaui.
A principios de mayo, el director de Ecoprint informó a Alí Lmrabet que ya no iba a seguir imprimiendo sus dos publicaciones, como consecuencia de las presiones que estaba recibiendo. Posteriormente declaró que estaba en desacuerdo con la línea editorial de los periódicos.
El 6 de mayo, Alí Lmrabet inició una huelga de hambre, entre otras cosas para "hacer valer (sus) derechos", "hacer cesar las repetidas intimidaciones contra (su) impresor, y otros dispuestos a imprimir (sus) periódicos", y hacer "respetar (su) libertad de circulación". El 17 de abril, cuando el periodista se disponía a tomar un vuelo para París, en el aeropuerto de Rabat, dos agentes de la Dirección de Vigilancia del Territorio (DST) le prohibieron salir del territorio, "por instrucciones de la DST". Las autoridades marroquíes dieron marcha atrás en esta decisión, en la semana siguiente.
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