La policía cerro el 4 de octubre, en Níger, Alternative, Saranouia FM y Bitinkodji FM. Reporteros sin Fronteras está muy preocupada por la medida y pide al gobierno que adopte medidas inmediatas, para que las radios nigerinas puedan emitir con toda libertad.
La policía cerró, el 4 de octubre en Níger, al menos tres radios privadas: Alternative, SaraouinaFM y Bitinkodji FM. "Las autoridades han pasado a una velocidad superior. Tras anular las autorizaciones para emitir a una decena de emisoras, envían a la policía para cerrarlas, lisa y llanamente. Es una auténtica censura", ha lamentado Robert Ménard, secretario general de Reporteros sin Fronteras. "Pedimos al gobierno que aproveche la ocasión y adopte medidas inmediatas, para que las radios nigerinas puedan emitir con toda libertad", ha añadido.
Según las informaciones recogidas por Reporteros sin Fronteras, la policía invadió los locales de la radio Alternative, el 4 de octubre de 2003, en Niamey. Las fuerzas del orden ordenaron a los periodistas que salieran de sus oficinas. Después, la policía cerró la redacción y confiscó las llaves.
Saraouina FM y Bitinkodji FM fueron víctimas del mismo procedimiento, en provincias. Las tres radios han dejado de emitir.
El 25 de septiembre, el Consejo Superior de la Comunicación (CSC) anuló las autorizaciones de explotación de diez radios privadas. Según el órgano de regulación, esas autorizaciones eran "nulas de nulo efectos, por falta de conformidad con la reglamentación en vigor". El conjunto de las emisoras afectadas había decidido no someterse a la decisión del CSC, y continuar emitiendo.
Por otra parte, Reporteros sin Fronteras recuerda que el director de publicación del semanario L'Enquêteur, Ibrahim Souley, fue conducido a la cárcel central de Niamey el 16 de septiembre de 2003. Se le acusa de haber denunciado malversaciones de fondos en la concesión de mercados públicos. El Ministerio fiscal, autor de la denuncia, desaprueba la publicación de un artículo, en el número 169 de L'Enquêteur, que acusaba al régimen de contribuir al rápido enriquecimiento de Djibo Zakou, un conocido empresario de Níger. El semanario daba cuenta del malestar de algunos inversores naturales del este del país, a propósito de la concesión "de jugosos mercados" a Djibo Zakou, natural del oeste nigeriano.