Italia. RSF condena la redada policial en el domicilio del periodista Salvo Palazzolo
Reporteros sin Fronteras condena la redada de la policía en el domicilio del periodista Salvo Palazzolo la semana pasada. Palazzolo está especializado en cubrir temas relacionados con la mafia siciliana y otras redes criminales para el periódico La República.
La policía registró su domicilio el 13 de septiembre siguiendo órdenes de la fiscalía como parte de una investigación sobre una filtración que habría violado la confidencialidad de una investigación judicial. Los agentes también investigaron el contenido de su teléfono móvil y su ordenador.
Palazzolo está acusado de revelar, en una artículo publicado en marzo, información sobre la investigación del atentado en 1992, en Palermo, de la Via d'Amelio, que mató al juez antimafia Paolo Borsellino y a cinco de sus guardaespaldas, y que se atribuye a la mafia siciliana.
Durante años, Palazzolo ha escrito sobre varias supuestas conspiraciones empleadas por las autoridades para impedir que el público conozca si la mafia actuó sola en el asesinato de Borsellino, o si tenía cómplices en entre la policía.
“Pedimos a las autoridades que tengan en cuenta esta grave violación a la confidencialidad de las fuentes”, afirma Pauline Adès-Mévell, responsable de la oficina UE - Balcanes de Reporteros sin Fronteras. “El trabajo principal de un periodista es aportar al público información de utilidad. Periodistas como Salvo Palazzolo, cuyo profesionalismo es bien conocido, deben poder realizar su trabajo de investigación sin ser acosados por las autoridades. No deberían nunca ser tratados como los criminales que están investigando”.
Palazzolo ha sido convocado para comparecer ante la comisión antimafia regional esta semana, en medio de una continua protesta por la redada en su casa, por la que ha recibido el apoyo de todos los medios y organizaciones periodísticas.
Cubrir el crimen organizado expone a los periodistas a un peligro diario en Italia, país que ocupa el puesto 46 de los 180 países que conforman la actual Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa elaborada anualmente por Reporteros sin Fronteras. Alrededor de una decena de informadores italianos tiene en la actualidad protección policial por las amenazas que reciben en relación con su cobertura del crimen organizado.