Irak: la familia del periodista kurdo asesinado Wedad Hussein Ali apela a la comunidad internacional para que se abra una investigación
Reporteros sin Fronteras apoya la petición de la familia del periodista, secuestrado en agosto en el Kurdistán iraquí.
La mayoría de los asesinatos de periodistas quedan impunes en Irak.
Reporteros sin Fronteras (RSF) se suma llamamiento a la comunidad internacional que ha hecho la familia de Wedad Hussein Ali, periodista-kurdo iraquí que fue asesinado el 13 de agosto cerca de la ciudad de Dohuk, en el Kurdistán iraquí. La familia pide que se abra una investigación internacional sobre su muerte.
Wedad Hussein Ali, de 28 años, murió unas horas después de haber sido secuestrado por unos hombres armados en Dohuk. Según informaron medios locales, su cuerpo presentaba marcas de tortura. Trabajaba para Roj News, una agencia de noticias que apoya al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK). La policía Dohuk dice que se está investigando el asesinato, pero la familia de la víctima teme que vaya a quedar impune.
Según la familia, que se basa en declaraciones de testigos locales, el periodista seguía vivo cuando los atacantes lo abandonaron en la carretera entre Dohuk y el pueblo de Semel. Los familiares también discuten la decisión de la policía de llevarlo al hospital Semel, que estaba más lejos que el hospital de Dohuk, donde habría recibido mejor tratamiento.
"(...) Hacemos un llamamiento a todas las organizaciones internacionales de derechos humanos y a aquellos que defienden la libertad de expresión, así como a los consulados de Europa y Estados Unidos en Erbil, para que se abra una investigación y para que presionen al gobierno autónomo del Kurdistán con el fin de que un comité internacional independiente pueda investigar el secuestro de Wedad", dice la carta de los familiares del periodista.
La familia de Wedad Hussein Ali asegura que su confianza en que las autoridades locales resuelvan el secuestro y asesinato del periodista es escasa. También afirman que les están vigilando y que sufren acoso por parte de funcionarios del gobierno autónomo del Kurdistán.
Desde 2008, otros tres periodistas han sido asesinados en el Kurdistán iraquí sin que sus allegados hayan visto que se hiciese justicia.
A Kawa Germyani, director de la revista Rayal y corresponsal del diario Awene, lo asesinaron a tiros unos hombres armados en Kalar -140 km al sur de Sulaymaniyah-, el 5 de diciembre de 2013.
Sardasht Osman, un estudiante que hacía informaciones para varios medios de comunicación, fue secuestrado el 4 de mayo de 2010 en Erbil y encontrado muerto dos días después en Mosul.
Soran Mama Hama, que trabajaba para la publicación independiente Lvin Magazine, fue abatido a tiros frente a su casa en Rasheed Awa, un barrio al norte de Kirkuk, en la tarde del 21 de julio de 2008. Sólo tenía 23 años.
En Irak, la mayoría de los asesinatos de periodistas quedan impunes. El país –que ocupa la posición 158, de 180 países, en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2016 publicada por Reporteros sin Fronteras- es especialmente peligroso para los periodistas que se adentran en zonas en las que tienen lugar combates.