El 3 de julio sicarios asesinaron a
Joel Aquiles Torres, propietario del
Canal 67 y accionista de una compañía de televisión por cable en Taulabé, Comayagua (centro), cuando éste conducía su automóvil. Según la policía, su vehículo recibió al menos 29 impactos de bala; la motocicleta usada por los homicidas fue encontrada abandonada a tres kilómetros de la escena del crimen. Por el momento, se conoce poco sobre los avances de la investigación policíaca.
Días antes, el 25 de junio de 2015,
Jacobo Montoya Ramírez, periodista de radio y televisión en Copán, Ruinas (oeste), también fue asesinado por sicarios. Según los testigos, los homicidas llegaron a su casa, dispararon al periodista primero desde la puerta de entrada y luego lo persiguieron hasta dentro para matarlo. La madre de la víctima presenció el crimen. Dos días antes, encontraron asesinado con arma blanca en su casa a
Juan Carlos Cruz Andara, periodista del
canal Teleport, en Puerto Cortés (norte). En febrero pasado Cruz Andara denunció ante la policía que había recibido una amenaza de muerte y continuó trabajando. El periodista también se hacía cargo de actividades para promover el turismo en su ciudad y era conocido como activista de la comunidad LGBTI (lésbica, gay, bisexual, transgénero e intersexual).
"
RSF condena esta terrible violencia contra los periodistas", señaló Virginie Dangles, jefa de redacción de RSF. “
La impunidad no puede reinar en el país; las autoridades policíacas y el Ministerio Público no deben excluir la hipótesis de que el crimen pudo estar relacionado con su profesión y deben emprender investigaciones independientes, imparciales y a profundidad para resolver estos odiosos asesinatos. El Estado de Honduras debe pasar de las palabras a las acciones y asumir su responsabilidad de los compromisos internacionales, entre ellos el Examen Periódico Universal de 2010 y 2015, donde los países integrantes del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, recomendaron la protección a los periodistas e investigar los crímenes contra este sector.”, agregó.
Estos actos de violencia ocurren meses después del asesinato de
Erick Arriaga, operador de
Radio Globo, cometido en febrero pasado. En América Latina,
Honduras fue uno de los países más mortíferos para los periodistas en 2014, después de México, Colombia y Brasil. Desde el año 2000 RSF ha registrado 28 casos de periodistas o colaboradores de los medios de comunicación asesinados debido a su labor profesional. Por desgracia, estos tres nuevos asesinatos podrían sumarse a esta lista.
Honduras se encuentra en el lugar 132, entre 180 países, en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa de Reporteros sin Fronteras publicada en febrero de 2015.