Francia. RSF llama a la calma tras la serie de ataques de ‘chalecos amarillos’ a periodistas
El movimiento de los "chalecos amarillos", que protesta en Francia contra la subida de impuestos a los carburantes, ha dado lugar a preocupantes agresiones verbales y físicas a medios de comunicación en general y al canal BFMTV en particular. Reporteros Sin Fronteras denuncia estos comportamientos y pide moderación, recordando que los periodistas a los que se increpa solo cumplen con su deber de informar.
Desde la llamada a la movilización de los "chalecos amarillos", se han multiplicado las expresiones hostiles a los periodistas y a los medios de comunicación. A los periodistas, sospechosos de producir "mentiras", los llaman "bastardos", "mentirosos", "vendidos", "colaboracionistas" o "macronistas". El canal de televisión BFM, que estuvo cubriendo muchas protestas durante el fin de semana y que ha sido descrito como "medio corrupto" o "mentiroso BFMTV", se ha visto especialmente afectado por la violencia de los manifestantes.
El sábado 17 de noviembre, el periodista de BFMTV Raphael Maillochon tuvo que interrumpir un directo en los Campos Elíseos (París) cuando un individuo le aplastó violentamente un huevo en la cabeza. La conexión en directo de otro periodista del canal de noticias fue perturbada por la presencia de un manifestante que exhibía una camiseta con una inscripción ("BFMTG, FAKE 24/7") en la que se desvirtuaba el logotipo y el eslogan de la cadena. El lunes 19 de noviembre, en la región de Burdeos, un equipo de la cadena al que estaban insultando y arrojando piedras y latas tuvo que abandonar el lugar bajo protección policial. El mismo día, un grupo de unos 50 "chalecos amarillos" organizó una manifestación frente a las instalaciones de la televisión para protestar contra el tratamiento que estaban dando al movimiento.
BFMTV no ha sido el único medio blanco de ataques este fin de semana. Otro canal de noticias, LCI, también lamenta los "escupitajos" a uno de sus equipos y los "múltiples insultos" contra sus periodistas sobre el terreno. En la norteña ciudad de Besançon, un periodista voluntario de la radio Bip también fue sometido a injurias racistas antes de ser golpeado en la cara. "Nunca había sentido tanto odio", explica Céline Durchon, profesional independiente que trabaja para diversos canales de noticias en Montpellier y que se vio rodeada por varios cientos de indignados "chalecos amarillos".
"RSF denuncia que las agresiones verbales y físicas contra los periodistas se han multiplicado, lo que revela un aumento muy preocupante de la desconfianza en los medios", señala Pauline Adès-Mével, jefa del departamento de la Unión Europea y los Balcanes de Reporteros sin Fronteras. "Los ‘chalecos amarillos’ no deben confundirse: los periodistas no deben ser identificados como intermediarios o portavoces del gobierno. Desplegados en el terreno, solo están cumpliendo con su deber de informar y contar los hechos observados. Es esencial que se restablezca un diálogo entre los manifestantes y los profesionales de los medios de comunicación para que los bloqueos y los piquetes dejen de ser los lugares de este despliegue hostil ".
En páginas de Facebook de "chalecos amarillos" han aparecido numerosos fotomontajes y comentarios airados hacia periodistas. Las amenazas y las agresiones son tales que cada vez más redacciones recurren a guardaespaldas para proteger a los periodistas sobre el terreno, mientras que en las redes sociales algunos periodistas ahora expresan sus temores a la hora de salir a informar. El domingo 18 de noviembre, en la región de Montpellier, se creó un colectivo llamado #Payetoiunjournaliste para denunciar esta violencia y la prensa ambiental.
Francia ocupa el puesto 33, entre 180 países, en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2018 de Reporteros sin Fronteras.