Reporteros sin Fronteras acoge con satisfacción la noticia de la liberación, ocurrida el 3 de abril de 2007, del blogger y periodista independiente Josh Wolf, encarcelado durante 224 días por negarse a entregar sus archivos de vídeo a la justicia federal. La organización aboga de nuevo por una ley federal que reconozca a los periodistas el secreto profesional.
Reporteros sin Fronteras manifiesta su alivio ante la noticia de la puesta en libertad, el 3 de abril de 2007, del periodista y blogger independiente Josh Wolf, detenido en California por un asunto de secreto profesional. Finalmente y tras dos días de conversaciones, ha dado resultado el segundo intento de mediación entre la justicia federal y el periodista, llevado a cabo por el juez Joseph Spero. El 3 de abril Josh Wolf ha puesto en su sitio de Internet la totalidad de los archivos de vídeo que le reclamaba el juez William Alsup, a quien también va a entregárselos en propia mano una vez que consiga del fiscal la promesa de que no le llevaran a testimoniar ante un tribunal federal.
Reporteros sin Fronteras acoge con satisfacción la liberación de Josh Wolf. La organización de defensa de la libertad de prensa califico su encarcelamiento de “persecución judicial”, subrayando el hecho de que el periodista independiente tenía legítimo derecho a proteger sus fuentes: “La liberación de Josh Wolf es evidentemente una excelente noticia que termina con una flagrante injusticia. Sin embargo, se trata de una victoria a medias. Es cierto que la justicia federal renuncia a hacer testimoniar al joven, y por tanto a pedirle que identifique sus fuentes. Sin embargo, Josh Wolf ha tenido que desvelar el material que no había publicado”.
Reporteros sin Fronteras quiere aplaudir el valor de Josh Wolf que, para proteger sus fuentes, ha pasado más tiempo en la cárcel que cualquier otro periodista en la historia de Estados Unidos. “Josh renunció a su libertad durante 224 días porque consideraba que no puede existir prensa libre e independiente sin que haya una relación de confianza entre un periodistas y sus fuentes informativas. En los últimos años se han multiplicado los atentados al secreto de las fuentes, poniendo en peligro el derecho de los norteamericanos a estar plenamente informados. Demasiados periodistas han pasado un tiempo en la cárcel, o se han visto amenazados con ir a parar a ella. El Congreso debe aprobar lo antes posible una “ley escudo” federal, que reconozca a los periodistas el secreto de las fuentes”, ha concluido la organización.
Josh Wolf, autor de un documental sobre una manifestación contra el G8 en San Francisco, en 2005, se negó a entregar sus archivos de vídeo y a prestar testimonio ante la justicia federal, en el marco de la investigación de un gran jurado sobre los daños leves causados a un coche policial durante los acontecimientos. Al blogger y periodista independiente le condenaron por “desacato al tribunal” y le encarcelaron, por primera vez, del 1 de agosto al 1 de septiembre de 2006. En el procedimiento de apelación se confirmó la sentencia y Josh Wolf regresó a la penitenciaría federal de Dublín, cerca de San Francisco, el 20 de septiembre de 2006. La suma de ambas estancias en la cárcel eleva la totalidad de su internamiento a 224 días.
El juez federal William Alsup, que fue quien dictó el encarcelamiento del joven, ordenó el pasado 14 de febrero una mediación judicial, encargada a su colega Joseph Spero.
El secreto profesional está reconocido para los periodistas en 22 Estados de la Unión. La Cámara de Representantes del Estado de Washington (Oeste) aprobó por unanimidad una ley en este sentido el 16 de febrero de 2007. Otras “leyes escudo” (“shield laws”) se encuentran en discusión en los Estados de Missouri, Utah, Massachusetts y Texas.