El Pentágono vuelve más estrictas sus reglas de interacción con los medios de comunicación
Organización:
Robert Gates, secretario de Defensa de Estados Unidos, decretó reglas más estrictas para los militares que tengan contacto con los medios de comunicación. En un documento de tres páginas enviado el 2 de julio a los principales militares y civiles del Pentágono, Robert Gates expresó su preocupación por la “laxitud” que reina en el departamento de Defensa en la manera de dirigirse a los medios de comunicación.
Con frecuencia, según él, se incumplen las normas y los procedimientos establecidos. “He señalado en repetidas ocasiones que debemos procurar ser lo más abiertos, accesibles y transparentes posible”, afirmó recordando que “la filtración de información clasificada es ilegal, no puede ser tolerada y será causa de un proceso si existen pruebas”. También la divulgación de información no clasificada pero concerniente a temas “sensibles” será motivo de sanciones.
En su memorándum, Robert Gates precisa que de ahora en adelante todos los altos funcionarios militares deberán notificar al departamento de asuntos públicos (ASDPA, office of the Defense Department’s assistant secretary for public affairs) antes de conceder entrevistas.
Reporteros sin Fronteras expresa su inquietud por este endurecimiento de los procedimientos en las relaciones del Pentágono con los medios de comunicación. Cierto, el secreto de estado debe ser conservado. Sin embargo, las restricciones impuestas por el secretario de Defensa pueden tener consecuencias perjudiciales que complicarían el trabajo de los periodistas y harían más difícil su acceso a la información. En ese sentido, la noción de información “sensible”, demasiado vaga y que permite amplias interpretaciones, debería clarificarse. Finalmente, ese memorándum llega en un contexto donde el Pentágono intenta reducir y bloquear el acceso a las fuentes de información, violando la Ley de Libertad de Información (Freedom of Information Act, FOIA por sus siglas en inglés). En mayo pasado, cuatro periodistas fueron expulsados de la base de Guantánamo.
En una entrevista concedida a la revista Rolling Stones, publicada el 25 de junio de 2010, el general Stanley McChrystal, entonces comandante de las fuerzas estadounidenses en Irak y en Afganistán, hizo declaraciones que le costaron la revocación de su puesto, pues según el presidente Barack Obama “no se había comportado según los criterios establecidos”.
En este contexto, donde las reglas son ya muy estrictas, ese documento induce la pregunta sobre la transparencia. Una dirección tan estricta de los medios de comunicación, ¿no resultaría en un discurso totalmente unificado, casi controlado previamente, y que por ello volvería más opacas las operaciones y las actividades del ejército?
Estas nuevas reglas relanzan igualmente el debate sobre la falta de transparencia del gobierno estadounidense, tras la controvertida publicación en el sitio de Internet Wikileaks de un video que mostraba un ataque aéreo del ejército estadunidense sobre Bagdad, en julio de 2007, durante el que dos empleados de la agencia Reuters y una decena de personas fueron tomados como blanco y asesinados. El video publicado el 5 de abril de 2010 provenía, según el sitio de Internet, de ciertas “fuentes militares”.
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Updated on
20.01.2016