Reporteros sin fronteras lamenta el exilio forzoso de Giovanni Alvárez, de 43 años, que el 19 de octubre de 2007 se vio obligado a abandonar el territorio tras recibir amenazas de muerte. El periodista de la radio comunitaria La Nueva denunció en antena algunos casos de corrupción, en los que están implicados políticos del Departamento del Atlántico (Norte). Su marcha eleva a cuatro el número de periodistas que han huido de su región, o del país, desde el comienzo del año.
"La marcha forzosa de un periodista es siempre un revés para la libertad de prensa, y el balance del año 2007 comienza tristemente a parecerse al de 2006, un año en el que se vieron obligados a exiliarse, o esconderse, siete periodistas. Giovanni Alvárez se expatría pocos días de que lo hiciera Gonzalo Guillén, corresponsal en Colombia del diario El Nuevo Herald; ha tomado una decisión similar porque teme por su seguridad. Esperamos los primeros resultados de la investigación, efectuada a nivel local, sobre las amenazas recibidas por Giovanni Alvárez. Sin embargo consideramos que, teniendo en cuenta su amplitud, el exilio forzoso de profesionales de los medios de comunicación merecería un tratamiento de mayor relieve, a nivel gubernamental. La administración del presidente Alvaro Uribe, encausada en ocasiones en atentados a la libertad de prensa, tiene que dar más muestras de que está a favor de ella", ha declarado Reporteros sin Fronteras.
El 19 de octubre de 2007 Giovanni Alvárez salió del territorio colombiano en avión, desde el aeropuerto de Barranquilla (a 700 kilómetros al norte de Bogotá), según declaraciones de su hijo a la policía. La familia, que se encuentra bajo protección policial, ignora donde está el periodista, blanco de amenazas de muerte desde que revelara en antena algunos casos de corrupción que salpican a la clase política de la región.
"Sabíamos que iban a atentar contra Giovanni Alvárez antes del 28 de octubre. Todavía no hemos identificado el origen de las amenazas, pero la investigación continúa", ha manifestado el coronel de la policia Carlos Rodríguez, citado por El Nuevo Herald.
El 4 de octubre Gonzalo Guillén se vio forzado a expatriarse. Había sido amenazado de muerte por teléfono después de que Alvaro Uribe le acusara de participar en la redacción de una obra, en la que se cuentan las supuestas relaciones que mantuvo con el narcotraficante Pablo Escobar. El periodista sospecha que los autores de las intimidaciones son unos asesinos a sueldo, que trabajan por encargo de los paramilitares (leer el
comunicado del 4 de octubre de 2007).
El 8 de marzo, Darío Arizmendi Posada, director de información de Radio Caracol, tuvo que abandonar el país amenazado por un grupo desconocido (leer el
comunicado del 19 de marzo de 2007). Dos semanas más tarde hizo lo mismo Germán Hernández Vera, director de la redacción del Diario de Huila en Neiva (Sudoeste), que estaba en el punto de mira de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) (leer el
comunicado del 27 de marzo de 2007).
Reporteros sin Fronteras ha tenido también conocimiento de que el 21 de octubre se marchó Hollman Morris, productor y presentador del programa de investigación "Contravía" en la cadena pública Canal Uno, tras recibir amenazas procedentes de un misterioso "Frente Patriótico", una emanación del paramilitarismo.
El periodista ha decidido instalarse provisionalmente con su familia en Estados Unidos, donde próximamente tiene que recibir un premio de la organización Human Rights Watch. "El premio le ofrece la posibilidad de encontrar refugio y descansar durante algún tiempo, pero Hollaman no piensa prolongar su exilio", ha confiado uno de sus amigos a Reporteros sin Fronteras.
Muy crítico con el gobierno de Alvaro Uribe, Hollman Morris es uno de los mejores especialistas en el conflicto armado colombiano. El periodista ya tuvo que exiliarse en 2005, amenazado entonces por los paramilitares que le acusaron de estar a sueldo de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), e intentaron comprometerle por mediode un vídeo trucado.