Caso de Zahra Kazemi - Reporteros sin Fronteras pide a la Unión Europea que tome medidas
Organización:
En una carta dirigida, el 25 de julio de 2003, al presidente de la Unión Europea, Silvio Berlusconi, al comisario europeo encargado de las Relaciones Exteriores, Chris Patten, y al Alto Representante de la Unión Europea para la política exterior, Javier Solana, Reporteros sin Fronteras ha pedido solemnemente a la Unión Europea que suspenda el "diálogo constructivo" iniciado con Irán en 1998, mientras no sean llevados ante la justicia los responsables de la muerte de la fotógrafa Zahra Kazemi. Resulta impensable que puedan continuar las negociaciones entre Irán y la Unión Europea, mientras no se elucide un asunto de tanta gravedad.
Reporteros sin Fronteras también ha exhortado a la Unión Europea a apoyar a Canadá, en sus esfuerzos para conseguir la repatriación del cuerpo de la señora Kazemi a Canadá, y poner en marcha una comisión de investigación internacional.
Después de intentar esconder las causas de la muerte de la periodista, las autoridades iraníes reconocieron, el 16 de julio de 2003, a través de su vicepresidente Alí Abtahi, que le habían "golpeado". La autopsia y la investigación efectuadas por una comisión gubernamental, creada por el presidente Mohammad Jatamí, no han sido capaces de proporcionar las explicaciones esperadas. Sigue desconociéndose la causa de la "fractura craneal" que provocó la muerte de la señora Kazemi.
Desde hace cinco días, las instancias judiciales iraníes están obstaculizando resueltamente la investigación. El cuerpo de Zahra Kazemi fue inhumado precipitadamente el 22 de julio de 2003, en Chiraz (al sur del país), haciendo más difícil una nueva autopsia que imperativamente tendrían que realizar unos expertos independientes. Sin embargo, las autoridades canadienses no han cesado de pedir la repatriación del cuerpo a Canadá, desde el anuncio de la muerte de Zahra Kazemi.
Además, el 23 de julio de 2003, el fiscal general y revolucionario de Teherán, Said Mortazavi, entregó el caso al fiscal militar. Mortazavi, acusado por algunos de tener responsabilidad directa en la muerte de la periodista, se ha separado del caso. Ha explicado que si se ha cometido alguna falta habrá que achacarla a los servicios de inteligencia, o a las fuerzas de seguridad, pero en ningún caso a sus propios servicios. La comisión de investigación gubernamental estableció que Said Mortazavi asistió personalmente al interrogatorio de la señora Kazemi, en las primeras horas de su detención. Como ahora se encarga del caso el fiscal militar, si hubiera algún proceso se celebraría a puerta cerrada, sin ningún observador independiente y sin ninguna garantía de imparcialidad y neutralidad.
Zahra Kazemi habría sido detenida el 23 de junio de 2003, mientras fotografiaba la cárcel de Evine, al norte de Teherán. Le habrían golpeado y y habría muerto el 11 de julio, a consecuencia de las heridas.
Según Reporteros sin Fronteras, al día de hoy en Irán se encuentran encarcelados veintitrés periodistas. Este triste record hace de la República islámica de Irán la mayor cárcel para los periodistas de Oriente Medio. Según las informaciones recogidas por Reporteros sin Fronteras, trece de ellos continúan detenidos en los servicios del fiscal general de Teherán, Said Mortazavi, y de los Guardianes de la Revolución, en los mismos locales en que fue interrogada Zahra Kazemi. Esos presos se encuentran privados de todos sus derechos (visitas de abogado y de familia), y permanecen en condiciones deplorables. La organización está muy preocupada por su suerte, lo mismo que sus familiares que, en una carta al presidente Mohammad Jatamí, hablaron de torturas físicas y psicológicas.
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20.01.2016